En este año de casi retiro opinador he visto cosas que o las pongo en un libro o se perderán: he visto a firmas respetables hacer el ridículo, he visto a periodistas que engañan para conseguir sus informaciones, he visto que eso de contrastar es una tontería porque el contraste a lo mejor liquida la información que le interesa a tu medio, o sea, con la información interesada que beneficia sus intereses, no sé si me explico. Si toda filtración es interesada, no te cuento con las informaciones.
El asunto es que todos sabemos de prácticamente todo. Y claro, cuando te pasas a trabajar en una de las fuentes de polémica e información, te das cuenta de las clamorosas meteduras de pata de la peña, que se lanza a largar sin tener ni pajolera idea. Con lo fácil que es llamar por teléfono o mandar un correíto…
Por eso llevo toda la semana partiéndome el ojete con lo del incendio en La Palma, no porque se queme la isla, a pesar de que un amigo palmero emigrado diga que se lo merece y que, como mejor opción, se podría engañar a los estadounidenses para que prueben la bomba H en La Palma. El tema de La Palma es peliagudo y quien mejor lo puede explicar es un palmero emigrado y crítico con su isla. El problema de La Palma se reduce a que la mayor parte de los palmeros son insoportables, uyloquehedicho.
Lo que causa risa del incendio palmero es el tema de “los medios aéreos”. Debe existir una relación entre la visualización de un hecho y el creerse capaz de opinar sobre ese hecho. Con la tele llevo ejemplos a cascoporro durante este año, la gente la ve y se cree que la conoce, pero nada de nada. Con el incendio igual, la gente ve el frente de fuego y confía en sus posibilidades neuronales, pero no se entera. Todos piden más medios aéreos, e incluso se ponen a hacer cábalas sobre si en vez de gastar tanto dinero en tal cosa, se gastara en hidroaviones, seguro que los incendios serían de risa en Canarias. Los técnicos, cuando los dejan, te lo dicen claro: los medios aéreos no sirven para nada una vez que el concierto está descontrolado. En realidad, los medios aéreos se emplean más con fines propagandísticos y porque quedan muy bien por la tele y en las fotos de prensa. Pero el gasto que suponen sería más sensato aplicarlo en medios más efectivo, o sea, un señor con una guataca y una sierra mecánica.
Y ante el nivel de romanticismo que se despliega en Canarias ante cada incendio forestal, nos quedamos con ese simpático investigador de la Universidad de Las Palmas que dice que no solo hay que quemar el monte, sino que es hasta sano que se pegue fuego. Cuando los guanches, que no tenían “medios aéreos”, si se pegaba fuego el monte, ardía la isla entera. Pues eso.
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