Los bebedores desconfían de los abstemios (bueno, yo desconfío bastante de la gente que dice que no le gusta beber*) igual que los frikis de algo desconfiamos de aquellos que llevan una vida libre de frikismo.
El frikismo es necesario porque muestra que tras esas caras iguales, esas vidas parecidas, bulle un alma con ganas de diferencia. Cada vez que conozca una persona nueva, indague en sus aficiones para dar con ese detalle de frikismo. Se puede considerar como frikismo cualquier gusto o práctica que se aleje del canon medio, también el que lleva una afición o gusto digamos que normal hasta sus consecuencias más extremas (pero sin pasarse). Es friki obvio el fanático de Star Trek, también el apasionado de, qué se yo, la coctelería que es capaz de aprenderse por puro hobby la fórmula de novecientos cócteles y de viajar a Newcastle porque allí trabaja, es un poner, el mejor barman del mundo.
Hazte el test auto friki y mira si en tu vida hay algo de frikismo. ¿Crees que no? Bueno, ahora estás leyendo esta página, y eso es un poquito friki.
Frikismos ledésmicos: la historia militar, la bibliofilia (me encantan esas casas con libros por todas partes), el fútbol americano, la música rara, la gastronomía, durante un tiempo me dio por comprar clicks de Playmobil, pero es fue más bien un impulso de la infancia no saciado.
* Sobre el tema del beber, el otro día me salió una frase un poco tonta, pero considero que tiene su mensaje. Mi cuñado de 17 años está en esa fase que dice que no le gusta beber, pero es culpa de que sus colegas, cada vez que beben, se ponen a hacer el idiota. Lo dijo en plena cena de Nocebuena mientras yo servía el vino. Le dije: "Beber vino no es 'beber'. Beber vino es beber vino". Beber vino es algo más que beber para cogerte el pedo, es de lo mejor que te puede enseñar la vida. Y dejar de beber vino porque no te gusta "beber" es una soberana tontería.
3 comentarios:
Otros frikismos: leer los artículos del job, las crónicas taurinas del gran Joaquín Vidal, flipar con la máquina de la verdad,
oir a Sr. Chinarro, Juan Antonio Canta, Silvio y Sacramento, detestar a los djs, arrancarse los pelos de la nariz a tirones, beberse el licor de plátano de la cesta.
Di que sí, Guanajo. Y muchas gracias por incluirme en tus frikadas. Es, te lo digo de corazón y no de coña, una de las cosas más bonitas que me dijeron jamás durante el ejercicio de mi profesión.
El último disco de Sr. Chinarro es fabuloso. Y aquellas crónica de Vidal... Y eso que no me gustaban los toros. Ahora, si te bebes el licor de plátano de la cesta, es que también te comes las peladillas. Y eso ya es ser súperfriki.
Comparto algunas aficiones frikis del Jefe, y añado una mía: oír los programas de deportes de las radios locales. Y no por el deporte, precisamente...
Saludos.
Publicar un comentario