En su intento de justificar lo injustuficable, el periódico El Día incluye hoy sábado un patético panegírico sobre la figura de José Rodríguez Ramírez para justificar su candidatura al premio Canarias de Comunicación.
Hay una frase sublime.: "Los motivos esgrimidos para solicitar este galardón son 50 años de dirección de EL DÍA, pero conviene recordar que José Rodríguez Ramírez ha estado ligado toda su vida a la comunicación. Es más, desde que nació ha estado vinculado al periódico diariamente, incluso trabajando durante las madrugadas".
¿Desde que nació? ¿Lo parieron en la redacción de El Día? ¿Lo envolvieron en el papel del mismo periódico? ¿Cortaron su cordón umbilical con el alicate de un linotipista?
La candidatura de este sujeto al premio Canarias cosecha varias reacciones, casi todas enfocadas a que un tipo con esa manía persecutoria que tiene sobre Gran Canaria es imposible que opte a un premio que elogia a aquellos que hacen Archipiélago.
Es eso, pero es algo más. A José Rodríguez Ramírez no se le puede dar el premio Canarias porque es uno de los mayores ejemplos de la patética falta de talento que se respira en Canarias, de la bendita mediocridad que campa en estas Islas. ¿Hace falta recordar que José Rodríguez es una nulidad intelectual que cuenta entre sus mayores aportaciones ideológicas el quitarle el "Gran" a la Isla de Gran Canaria? Leer cualquier editorial (sin firmar, porque de valentía anda sobrado este señor) de José Rodríguez es tropezarse con un lío gramático engarzado en torno a una colección de ideas a cual más peregrina e irrisoria.
Este sujeto es un mal sueño del pasado, un hombre que por momentos se cree que todavía vive en la dictadura franquista (a la que tan bien sirvió), que amenaza a otras personas sin dar nombres (en parte por cobardía, en parte porque su aguada memoria no le da para más), que lanza llamadas de atención de corte autoritario cercanas al fascismo. Quiere meter en vereda a periodistas díscolos de otros medios amenazando a la dirección de esos medios de la competencia, cuando no directamente a sus familias, como hizo esta semana.
Canarias es una tierra donde llega más lejos el pelota listo que el talentoso trabajador. Aquellos con un mínimo de capacidad suelen emigrar, hartos de tropezarse con un muro de mediocridad y de falta de aprecio. Aún así, queda mucha gente válida, gente con ganas de hacer cosas, gente con criterio, personas inteligentes. José Rodríguez Ramírez no entra en ese grupo. Darle un premio Canarias sería elogiar al vacío intelectual, a la xenofobia como arma ideológica, a la manía persecutoria como herramienta periodística.
Por suerte, esa historia que pone y quita méritos, colocará a este vacío que se tiene por periodista en el lugar que se merece. Pocos se acordarán de él. Alguien, de vez en cuando, preguntará eso de: "¿Quién es el José Rodríguez (es mediocre hasta su nombre) al que le pusieron el nombre de esta calle?". Alguno responderá: "Es un señor que escribía unos editoriales muy graciosos que convenía no tomarse en serio".
Hacer que pase a la historia con un premio Canarias en el bolsillo sería otra muestra más de que en estas Islas lo que prima es el pesebrismo y el lameculismo, la tontería y la más grandes de las ignorancias.
2 comentarios:
...Canarias es una tierra donde llega más lejos el pelota listo que el talentoso trabajador. Aquellos con un mínimo de capacidad suelen emigrar, hartos de tropezarse con un muro de mediocridad y de falta de aprecio.
Desde Italia, y aunque implique echarme alguna que otra flor a mí mismo, suscribo esa afirmación. Esta semana el buen señor dejó otras perlas, como sugerir que Ambrosio Jiménez o ese gran demócrata de Arencibia serían buenos alcaldes para Santa Cruz, vamos, que se les puede perdonar haber nacido en Gran (con perdón) Canaria. Y lo de las amenazas, es como la famosa carpeta de Manolo Artiles o los dossiers de Vargas: es lo propio de pobres diablos que nada tienen que reprochar a los demás por mucho que quisieran encontrarles esqueletos en sus armarios.
Un saludo y feliz navidad.
El enchufismo, los vende motos bien situados y los pelotas que llegan lejos, todo eso, por desgracia, no es exclusivo de Canarias. Es una cosa muy española.
Lo de las amenazas y el amagar y no dar es propio de los ignorantes cobardes, tú lo has dicho...
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