Un ejemplito

No estaría de más que esta clase política que ve persecuciones y complots por todas las esquinas, se pensara un poco lo que dice. Más que nada porque si los mismos políticos desconfían del sistema, ¿que impide que la ciudadanía hipercrítica (los descamisados antigranadilla, como me atrevo a bautizarlos) vea chanculleos de forma continua en cualquier movmiento de esa clase política?

Al final la imaginación política es más intensa que las ganas de parranda de los protestones de clase media. Eso obliga a establecer peligrosas comparaciones. ¿Qué es peor, que la fiscalía de turno lleve ciertas investigaciones mal que bien, o que un partido político despliegue toda su artillería dialéctica para montar confabulaciones entre el ministro de Justicia, los fiscales y los jueces, todos en contra de Zerolo? El problema es que si un político investigado resulta ser culpable, no deja de ser un error individual en un sistema que funciona, a trompicones, pero que más o menos tira. Pero si ese contubernio Juanfernandesco y judicial en contra de Coalición Canaria, ATI y, en definitiva, ¡Tenerife! (no se rían, que todavía quedan editoriales por leer), fuera medianamente cierto, entonces mejor lo dejamos y nos tiramos al monte (siempre que el monte se deje, chiste malo para alivar algo de tanta tensión).

Como el ambiente está muy cargado, ocurre lo que dice Ignacion Ramonet, que desde Tenerife es más fácil criticar a Bush que comentar algo sobre Zerolo. Demasiada proximidad, ¿demasiado silencio? Juzgen por ustedes mismos. Por ahora, me entero de más cosas en esta red que recién me acoge que en los papeles de siempre. Muchas de las mejores reflexiones llegan de fuera. Como bien dice el amigo Pizón in Italy un par de comentarios más abajo, demasiado nerviosismo. ¿Por qué? El tiempo nos lo va a contar, puede que despacio y bajito, pero nos lo va a contar.

PD: Me voy un par de días a La Palma a ver si la intensidad baja un poco. A mi llegada me daré cuenta de que, como casi siempre, no pasó nada... Pero esta vez queda la sensación de que sí, por una vez puede que pase algo. Ahora, ni idea de en qué sentido ocurrirá ese algo.