miércoles, 14 de marzo de 2007

El perro y eso 2

Más casos con el periodismo o eso en la picota de la actualidad.

Matonismo
Es propio de las personas poco inteligentes arremeter contra los demás con el tono del matón chulito que sabe más por viejo que por sabio. Resulta que ante la repulsiva propuesta de que a José Rodríguez Ramírez, director-editor del periódico El Día, le concedan el Premio Canarias de Comunicación, un grupo de alumnos de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Laguna está recogiendo firmas en franca oposición a una medida delirante.
Andrés Chaves, que creo que una vez fue periodista y ahora va de escritor, escribió una columna hablando del asunto hace unos días. Como es obvio, elogió a quien ahora le paga, aunque hace años le decía de todo menos bonito. De paso le lanzó el típico mensaje sobrado contra los alumnos anti Don Pepito. Además de mostrar un nerviosismo que no viene al caso, Chaves ejerció de buen periodista, o mejor, ejerció del periodismo que mejor le sale: cantar afinado según de donde sople el dinero. Lo que pasa es a veces ese dinero le fluye con espontaneidad y otras veces fuerza la máquina el caballero, ese gran ejemplo de opinión independiente al que ya solo creen los cuatro despistados que no se enteran de cómo se las gasta este tipo.
Esperemos que ni José Rodríguez ni Andrés Chaves rocen siquiera un premio como el Canarias de Comunicación. Pero en las Islas Murphy todo es posible.

Nepotismo
El delirante caso del teatro Pérez Galdos y su jefatura de prensa. Por si no lo saben, resulta que hace semanas la dirección del teatro, encabezada por Rafael Nebot (quien fuera responsable de poner en órbita el Festival de Música de Canarias), escogió a la periodista Luisa del Rosario como responsable de su área de prensa. Luisa cumple con el tópico de "profesional de reconocido prestigio", por eso se la escogió para el cargo, por su currículo, por su acreditada experiencia en la información cultural en el periódico Canarias 7, porque debe de ser buena (no tengo la suerte de conocerla). Empieza a trabajar el día 1 de marzo, pero apenas dos semanas después la destituyen para colocar en su lugar a otra periodista: Teresa Cruz, sin experiencia que se sepa en información cultural, que no se presentó a la plaza y, curioso detalle, esposa de Larry Álvarez, vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, fiel escudero de José Manuel Soria, que no es gran caballero, por cierto.
Por suerte, las reacciones son raudas, desde la Unión de Profesionales de la Comunicación de Canarias hasta diversos medios. Ahora queda ver si la franca oposición de este claro ejemplo de nepotismo tiene algún impacto. Es otra muestra más de cómo se maneja esa clase política caciquil que considera que la política está a su servicio, y no al contrario. Es un ejemplo más de qué en un país donde los mediocres arribistas sin mayor talento se dedican a la política, lo normal es que intenten exprimir todo lo que puedan las ventajas de la política.
Uno mira los currículos y las capacidades de buena parte de la clase política actual y se estremece. Con estos perfiles, pero sobre todo con estas cabezas, es normal que luego se cometan disparates como el del Pérez Galdós.
¿Hasta dónde llegarán? Por ahora hasta donde les dejemos, en mayo tenemos una cita, pero una cita para hacer algo, porque no hacer nada también les favorece.

5 comentarios:

El Pejeperro dijo...

Hemos de reconocer que el mismo Andrés Chaves ha tenido bien claro desde sus inicios lo de su propia mediocridad (por otro lado más que evidente) y la imposibilidad de lograr el enriquecimiento económico que se ha marcado como principal objetivo en su vida através del desempeño de su supuesta profesión. Y es por ello que ha añadido el chantaje a su muy específico periodismo y la vulgaridad a su más que particular literatura, pues de alguna manera tenía que destacar y llamar la atención.
No es periodista ni escritor. Si tuviera que describirse como si de un tercero se tratara, probablemente lo hiciera diciendo que es un chismoso extorsionista y juntaletras por encargo, además de un aprovechado que ha descubierto lo que una tropa de imbéciles quiere leer y ha puesto un par de negros a recopilarlo para publicarlo a su nombre. Y me quedo corto, seguro.
A Larry Álvarez, por su parte, hemos de reconocer que consigue a pulso el hacerse odiar por todo aquel medianamente sensato e inteligente. Porque digo yo que todo eso lo hará intencionadamente; imposible que sea de otra manera.
Ahora que lo mejor en este caso es la descoordinación manifiesta entre Zoria y La Pepa. ¿Habrán ido a sesiones distintas del Consejo? Me intriga saber la reacción del Presi por haberlo dejado con el culo al aire.

alejandrosl dijo...

Job, te puedo recordar cuando hace no mucho tiempo en una columna de La Opinión criticaste de una manera muy leve e inocente a los hermanos Rivero? Al día siguiente estabas pidiendo unas disculpas a mi modo de ver innecesarias, creo que cada vez entiendo mejor tus motivaciones para tener un blog personal.

Por otra parte, peor que Chaves (de sobra conocido) me parece Peytaví, que encima se disfraza con una pátina de intelectualidad. Cierto que se expresa bastante bien, pero si es para dorarle la píldora al jefe, apaga y vámonos. Cuando defiende esas posturas xenófobas, supongo que también será consciente de que en una ocasión se expulsó a los judíos de España; algo con lo que por coherencia no debería estar en desacuerdo, por mucho de que se trate de un hecho histórico.

Job dijo...

Hola, Pinzón. Lo que comentas de los hermanos Rivero fue debido a una frase desafortunada que daba a entender lo que no debía. Los ponía como extorsionadores cuando no era mi intención. La crítica la mantuve: menos hablar y más hacer, les venía a decir. Lo curioso es que desde entonces Carmelo y Martín me tienen un respeto y un cariño diría que hasta sospechoso. A Carmelo, por si hay dudas, con todos sus errores, que todos los tenemos, y todas sus filiaciones políticas, lo considero uno de los mejores periodistas de Canarias, un profesional serio, que ya es todo un logro.

Sobre Peytaví. Tiene la manía de responder a las columnas de opinión de otros articulistas, yo incluido, con una mezcla de chulería, condescendencia y mala educación, por supuesto siempre sin decir el nombre del criticado dentro de esa línea tan valiente típica del periodismo canario. Lo simpático es que hace tiempo me respondió a una columna empleando un argumento determinado, y hace unos días contradijo su propio argumento en otra columna. Me dio mucha risa.
Como tantos que van de liberales, en el fondo oculta un alma reaccionaria. Por lo menos es de los mejores que escribe, y parece que va superando la manía de hacer una columna sin decir nada. Le reconozco que tiene sus días, e incluso alguna que otra columna con aportaciones interesantes. Ahora, de vez en cuando saca a pasear ese lobo derechoso que se oculta bajo la piel del cordero liberal, y cuando no cae en la homofobia, se acerca al racismo.

Fue memorable su cruce de insultos con Alfonso González Jerez, quien le dedicó la memorable columna "Basurita".

Pejeperro, estoy contigo, aunque la cautela me obliga a decirte que hay ciertas cosas que no se pueden comentar de manera pública sin pruebas, a pesar de que se dice que el mismo Chaves alardea de sus chanchullos.

En definitiva, es lo que tenemos, pero también tenemos a muchos otros válidos.

Job dijo...

Por cierto, Pinzón, recibí tu correo, pero solo lo miré muy por encima.

Saludos.

alejandrosl dijo...

Job, obviamente en cuanto al tema del correo, no quiero que te sientas obligado a nada.

Saludos.