martes, 13 de marzo de 2007

El perro y eso

Uno, que se mueve en los medios de comunicación, muchas veces se tropieza con el típico periodista veterano en activo (de los que quedan cada vez menos, la tentación de los gabinetes es muy fuerte) que le dice eso de: "Perro no come carne de perro". Es una vieja sentencia que viene a decir que los periodistas no deben criticar a otros periodistas, al menos públicamente. Siempre discrepo porque considero que son los propios medios y los mismos periodistas quienes deben cumplir la función de control y crítica del gremio. Somos quienes mejor conocemos este trabajo y quienes más podemos aportar.

Por eso, en la actualidad reciente de Canarias hay varios hechos de carácter informativo reseñable.

Cerdán
El nombramiento de Daniel Cerdán, para el común de los mortales mínimamente informado, es una aberración, pero una aberración ineludible. Es una aberración porque suena extraño que se nombre a un viceconsejero de comunicación como director de la Televisión Canaria, pero es que los ejemplos de otras comunidades tampoco son buenos. El asunto es que Cerdán era la única y la peor solución posible. A pocos meses de las elecciones, ningún periodista cabal aceptaría un cargo en el que sabe que no durará más allá de mayo.
El tema no es Cerdán sino el modelo. Como en España todos los partidos en el poder emplean las televisiones públicas en su beneficio, deberíamos ir hacia la ultrarregulación de la información política en plan BBC. En plan que si Coalición Canaria sale tanto, pues el PP y el PSOE salen otro tanto en proporción de su representación política. Es irreal, pero es la única manera de evitar manipulaciones y llamadas a los informativos de las televisiones para que saquen tal cosa y tal otra, como se producen todos los días.
A Cerdán no le queda otra que lidiar con una Televisión que sigue sin encontrar su modelo, un modelo que debería ser apostar e impulsar el talento local, contar lo que aquí ocurre y de la manera de aquí, pero sin chabacanería ni cutrerismo.

Morir de éxito
La promoción de los viajes del Diario de Avisos empezó como una buena idea y terminó como un ejemplo de cómo no se deben hacer las cosas. Por desgracia, los periódicos deben recurrir a este tipo de inventos para vender ejemplares, aunque luego esos periódicos terminen en la papelera una vez que se recortan los cupones. Varias veces me he llevado gratis diarios nacionales en mi kiosco habitual porque la gente se queda con la promoción y ni siquiera ojea el periódico. La culpa es de una sociedad que se mueve en una especie de analfabetismo práctico. Pero parte de la culpa es de la prensa, que no sabe elaborar contenidos atractivos, buscar noticias diferentes, darle protagonismo a la gente en lugar de a los políticos, dar con lo que está debajo, informar y formar, escudriñar y no quedarse con la rueda de prensa y la nota del gabinete.
En lugar de hacer buenos periódicos, nos esforzamos en hacer buenas promociones.
El problema es cuando todo se plantea mal. El Diario murió de éxito; se vio ante una enorme demanda de periódicos y no fue capaz de calibrar que, de vender más periódicos con más cupones, pues más gente reclamaría su viaje. Se amplió la promoción un domingo para decir al miércoles siguiente que ya no quedaban plazas. Además, se cometió el imperdonable error de no numerar los cupones, con lo que cualquier persona se compraba un día los quince periódicos para sacar los quince cupones que necesitaba para su viaje, y santas pascuas.
El resultado está claro. Le va a costar mucho a este periódico recuperarse del impacto negativo que sobre su imagen tiene el descrédito generado por una campaña mal gestionada. Dudo que ganara lectores con esta iniciativa, e incluso los de muchos los habituales del Diario, que no pudieron comprarlo durante la promoción, han dejado de adquirir el que era su periódico de referencia.
Lo bueno, como siempre, es extraer reflexiones y sobre todo mirar hacia una obv¡edad: la manera de vender periódicos es hacer buenos periódicos. Por desgracia, hoy en día la manera de vender periódicos es hacer buenas promociones y conseguir "colar" periódicos en taxis, instituciones públicas, empresas, aviones y demás. Estamos ante una crisis de la prensa mucho más grave de lo que la mayoría se piensa, y el caso de esta promoción es solo un síntoma más.

La crisis en general del periodismo incide sobre todo en los periodistas. Los buenos periodistas están confinados en cargos de responsabilidad sin apenas impacto en el día a día de la información. Los nuevos periodistas dejan bastante que desear, apenas se distinguen de un asalariado cualquiera de cualquier otra profesión. Les falta espíritu crítico, ganas de hacer una prensa diferente que supere la imposición de los gabinetes de prensa. Les falta sobre todo hacer el periodismo que a ellos les gustaría leer porque ni siquiera son consumidores críticos de prensa. Y esto le viene bien a los empresarios de los medios, que tendrán profesionales dóciles a su servicio, y sobre todo a los poderes, que contarán con periodistas que no les meterán en muchos problemas.

El reducto y la solución está en internet, sí y no. Sí cuando se plantea como un medio de comunicación más, igual de profesional y responsable que el resto de los medios. No cuando se abusa de la libertad que supone la Red. Periodista no es cualquiera que opina, periodista es el que sabe qué contar, cómo contarlo y a quién contarlo. La falta de profesionalidad lleva a la irresponsabilidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo con casi todo, pero cuando dices "que si Coalición Canaria sale tanto, pues el PP y el PSOE salen otro tanto en proporción de su representación política", se condiciona el interés informativo al número de representantes, dejando de lado colectivos sin representación política o social más minoritaria.

La prensa local tiene lo que se merece. Un ejemplo: no se preocupa de cuidar a los futuros lectores. Mojigatería aparte, nunca daría a mi hijo pequeño un periódico local. Las fotos reales de la página de contacto son demasiado reales para un crío. Por menos de eso, algunas publicaciones tienen "mayores de 18" en portada. Mientras, el diario a cobrar un pastón. Detrás de un titular tipo "desarticulada una red de prostitución" hay siempre un director financiero del periódico que piensa "un anunciante menos". Hipocresía pura y dura.
Y sobre el nivel de la prensa tinerfeña (me parece a mí que la grancanaria es mejor), dos comentarios: hay más premios y medallas, y más comidas de tal empresa o partido con los medios, que periodistas de verdad.

Saludos
El Gran Guanaja.

Job dijo...

Guanajito, tienes razón en varios aspectos. Tu matización sobre la presencia política es justa, pero yo te digo de sacar a los políticos en plan pandereta. Luego, habría que dar con fórmulas para el resto de opciones, porque dejarlo de nuevo al presunto criterio informativo del responsable de turno, pasan cosas como la escasa cobertura informativa a algunas manifestaciones en contra del puerto de Granadilla.
Sobre los anuncios de prostitución, son solo otro ejemplo más de toda la hipocresía que se mueve en torno a este tema, hipocresía machista, todo sea dicho.