No le dije antes que quiero retomar la parte que más echo de menos de cuando era periodista de papel: la crónica de conciertos. También extraño la crónica de restaurantes, pero esa es otra historia (algún día hablaré de las durezas de la profesión del cronista gastronómico, algo que a la gente le da mucha risa y a los profesionales del periodismo del comer mucha acidez de estómago). Por eso, como reabro el blog, el blog es mío y publico lo que me da la gana, como todos los blogueros all over the World, vamos con una de crónica musical.
El debate sobre la posibilidad de envejecer dignamente en el rock hace tiempo que está sobreseído. Sí, es posible ese pureteo del rock, siempre que o no existan alternativas a la propuesta pureta y siempre que se mantenga algo más que dignidad y decoro. En el caso de Ataúd Vacante, se dan las dos variables. A pesar del grandioso momento de forma de la música alternativa hecha en Canarias, siguen con la mejor colección de canciones de estas siete islas menguantes. A pesar de que a veces echas de menos la fibrosa juventud de Silver, lo cierto es que Silver ahora está que parece un anuncio de Wistrol; más de una humedeció las bragas el viernes 21 de agosto en la plaza de Santo Domingo en Santa Cruz de La Palma.
Tenía ganas de pegarme el concurso Saperorock entero, sobre todo para ver si otros jurados montan el mismo pollo que los jurados de los que yo formo parte, pero obligaciones que a ustedes se la traen al pairo lo impidieron. De todas maneras, todos los seres humanos consultados coincidieron en que ganaron los mejores, así que eso ocurrió porque este Ledesma no estaba en el jurado y punto pelota.
Ataúd arrancaron con ‘En facturation’ para enganchar con ‘Deslumbrante baby’, ‘Subiremos al cielo’ y empatar con las cafradas proto punks de su primer disco ‘Nichiquitaunamosca’. Era la primera vez que los veía en directo como concierto completo desde su regreso, quitando el miniconcierto del día de la presentación del libro del gran Juanma Pardellas, el día de mi homenaje en vida y el día del Espacio Enter.
Uno estaba ahí mirando mientras repasaba en la memoria los demasiados recuerdos de los grandes conciertos de Ataúd AR (antes del regreso), que si el Viera y Clavijo, que si aquel par de actuaciones en la recordada Ruta 66 con Sito Morales al bajo, que menudo disco que acaba de sacar Sito, por cierto. Mala cosa dejarse arrastrar por eso llamado nostalgia, sobre todo cuando la bruma del recuerdo que impide paladear el presente (toma frase cursi).
Lo cierto es que unos Ataúd fallones, aún fríos y con un sonido un tanto sepulturero tampoco ayudaban a dejarse llevar por la pasión. Pero poco a poco, la maquinaria muestra el nivel de engrase. Temones, sonidazo y actitud, si tampoco es tan difícil ser un buen grupo de rock. Cuando la cosa deja atrás el ritmo galopante de sus primeros tiempos y se abre a los grandes temas de la segunda etapa, era ‘Chorros de amor’, no queda otra que entregarse a la mejor banda de la historia en esta parte de la Macaronesia. Somos pejigueras y seguimos recordando los grandes momentos de otros momentos, pero cuando cantan ‘Flores en tu tumba’ o cuando Carlos Catana hace totalmente suya la primera estrofa de ‘Mi hobby es matar’, ahí se murió la duda, se fue a tomar por saco la nostalgia y queda la cruda realidad. Y encima confirmada por temas recientes como ‘Un verano eterno’, otra demostración más de que la madurez no es un lastre, sino que mejora un producto tan fantástico, laja, enternecedor y definitivo como el de Ataúd Vacante. Hasta el bis descontrolado de ‘En facturation’ y el Fafe muerto de la risa en la rifa final de una guitarra y muchas camisetas, en un gran momento cena-baile, forma parte de la gran anécdota, de la monumental broma, del grandioso montaje del este rock que nos hace muy felices. Mientras tanto, en el resto de Santa Cruz de La Palma, miles de jóvenes bebían con cara de saber mucho sin tener ni puta idea; ellos se lo perdieron.
2 comentarios:
Lo siento Job, no estoy de acuerdo. Creo que Ataud Vacante deberían retirarse definitivamente. Y me duele decirlo por el cariño que les tengo, y por la cantidad de recuerdos que me provocan. Pero creo que sus temas SÍ han envejecido, y su actitud punk no es nada creible con cuarenta y tantos años que tienen. Y mira que sí creo que se puede envejecer dignamente en el rock, pero no es el caso.
Coño, ahora me entero que no se puede tener actitud punk con cuarenta y tantos años. Curiosamente, conforme han pasado los años, más motivos da la realidad del mundo este para tener una actitud más ácrata.
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