jueves, 4 de febrero de 2010

El sentido de la vida

Cuánta paciencia. Martes, 26 de enero de 2010

Entre las muchas razones por las que España va a salir más tarde que nadie de la crisis, algunos apuntan la culpa hacia el sentido de la vida nacional. El sentido de la vida, toma ya. Ese sentido de la vida indica que todos los españoles queremos ser funcionarios y que ante cualquier problema, siempre buscaremos el auxilio del estado o de la institución pública de turno para que nos ahorren el disgusto. Varios escritores de pluma alta, como Julián Marías o Julio Llamazares, escribieron en estos días columnas como esta, hablando de que cuando hay lío, como cuando se secuestra un atunero en Somalia, se hunde un barco con turistas españoles en el mar Rojo, o Al Qaeda pilla a tres cooperantes españoles en Mauritania, ya está una colección de familiares, partidos políticos y asociaciones varias pidiéndole al estado que resuelva el asunto, pero cuanto antes, por favor.

Y la suma de noticias con la institucionitis como eje no paran, como los datos que llegan sobre la particular conducción de los periodistas españoles en la base del aeropuerto de Puerto Príncipe, en Haití. Resulta que varios aviones españoles con ayuda en lugar de llevar medicamentos, agua o comida, en lugar de cargar con más bomberos, médicos o enfermeras, llevaron a periodistas a tutiplén. Se entiende que esos periodistas trabajan para empresas privadas que debían buscarse la vida y la manera de llegar a Haití, pero si papá estado puede llevarnos y mantenernos gratis en Haití, pues mejor todavía.

Ahora llega la noticia de que varios vecinos de Fuencaliente, en La Palma, se dedicaron el pasado viernes a hacerle una limpieza a la carretera del barrio de Los Llanos, afectada por las lluvias del pasado mes de diciembre, según informa el periódico digital ‘El Apurón’. La limpieza no fue una iniciativa colectiva y privada para demostrar que hay actividad más allá del cabildo o el ayuntamiento de turno. La limpieza dicen que fue una manera de protestar ante la inactividad del Cabildo, dicen los afectados. Qué lástima, perdieron una ocasión fantástica de celebrar la limpieza como un monumento a la actividad privada, espontánea, emprendedora y al margen del politiqueo habitual. Pero no, dejemos que de nuevo nuestros problemas los resuelvan otros.

No hay comentarios: