Cuánta paciencia, viernes, 21 de junio de 2010
España está mejor de lo que decimos, a pesar del fútbol. En fútbol también está bien, en fin, contra Suiza jugó bastante bien, pero hay partidos de ese tipo, bastante insufribles, donde no hay manera de ganar ni jugando dos días seguidos. La mejoría saldrá esta tarde o no, porque el fútbol es así de impredecible y por eso nos gusta.
Pero España va bien, y no porque lo diga este comentarista. Resulta que en riqueza media estamos por encima de la media europea y mejor que los italianos. A ver si los especuladores de medio mundo se dedican a atacar a la Italia de Berlusconi. Pero el dinero internacional es así, necesita rentabilidades altas y fuertes, y si por el camino hay que cargarse un país, pues les importa un pimiento. El problema es lo poco que pueden hacer los países para evitar que un grupo de especuladores con ganas de ganar más pasta se los cepille. Eso es lo que quedó pendiente cuando, al comienzo de la crisis, nos dijeron eso de que iban a refundar el capitalismo y patatín patatán.
Otro dato para la esperanza. España es el país favorito para los estudiantes europeos del programa Erasmus del próximo curso, programa que este año bate su récord histórico de participantes. Los estudiantes prefieren venirse a España antes que a Francia, a pesar de su buena cocina, y de Alemania, por encima de la buena fama de su economía y sus empresas. Qué tendrá este país, además de bares, horarios de cierre disparatados, la simpatía de sus gentes y todo eso. Quizá tiene algo que no se puede comprar ni especular, algo que entre todos deberíamos recuperar con esfuerzo, y son esas ganas de vivir y pasarlo bien que con tanta noticia económica tremenda nos están quitando cada día.
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