sábado, 21 de abril de 2007

Divinidad

Tras cuatro años y pico, por fin veo en la sala sinfónica del Auditorio a un artista que ni es un flamenquito para todos, ni un rosano ni un Sabina. O sea, que por fin uno de esos alternativos entra en el Auditorio y en la sala grande. Me parece que es el primero, si no me falla la memoria.
Cuatro años para esto, claro, porque ahora nos ponemos a recordar el desorbitado gasto para la obra y lo poco que se pensó en que el Auditorio necesitaba... estoooo, ¿cómo se llama eso? ¡Sí, una programación!
Pero como el tema iba de tener un edificio emblemático para que vinieran a grabar anuncios en Tenerife, pues que dentro del Auditorio hubiera algo era lo de menos. Ya ensaya allí la Sinfónica, así que de aquí a siglo y medio, amortizamos el edificio.
De todas maneras, me trago todas mis críticas después de ver a Nick Cave esta noche en el Auditorio. Impresionante, un trozo de divinidad en forma de música. ¡Y solo por 40 euros! Cultura para todos
(Yo, como soy de los pocos o el único que hace reseñas de conciertos en esta provincia, me acredito, pero aún así me parece un disparate los 40 euros de entrada).
Y ayer Public Enemy, más baratos, pero con poco público para ser Public Enemy, una nueva decepción con la audiencia isleña, pero es lo que somos y eso es lo que hay.

Por cierto y a modo de posdata. Algunos políticos áticos está cayendo en el craso error de comparar las críticas que recibió el Auditorio antes de su inauguración con las que ahora le dedican al tranvía. Mejor callarse porque las dos obras son un calco: de justificación difusa, con presupuestos descontrolados vaya a saber usted por qué, con enchufismo en sus listados de personal, con finalización chapucera y con una utilidad que ya se verá, sin contar su vinculación preelectoral (¿cómo se las arreglarán estos para hacer coincidir el fin de las obras siempre con la época preelectoral?). El Auditorio era necesario, pero para hacer algo dentro de él. Ahora, insisto, si tuvimos que esperar cuatro años para un Nick Cave, bien esperados que están. Que no pierdan la maña.

viernes, 13 de abril de 2007

¡Requeteguau!

Queda ya claro que si no comes carne de periodista, ya ni eres perro ni nada de nada, ni comes perro ni qué sé yo.

¿Andrés González de Chaves del Cristo Osuna es periodista? Puede que alguna vez lo fuera. En realidad cada vez está más lejos de esa denominación. Ahora es un comentarista que a diario modula sus opiniones según los extractos de ingresos en sus (imagino que múltiples) cuentas corrientes. Eso lo sabe todo el mundo con dos dedos de frente y lo propaga a los cuatro vientos el mismo experiodista.
El experiodista está ya en la edad de pasar de todo, en cualquier momento pasará de sí mismo... Bueno, prácticamente ya lo está haciendo.
Resulta que, él, amigo confeso de Miguel Zerolo (¿tendrán alguna relación sus amistades con los extractos?), grabó una cuña publicitaria a favor de Ángel Llanos, el "próximo alcalde de Santa Cruz" (el otro día, en un sarao, Ángel Llanos me vino a saludar, es uno de los momentos más divertidos de mi vida, la confirmación de eso que siempre dice mi mujer con respecto a las relaciones entre periodistas y políticos: "Aunque parezca al contrario, y nos esforcemos en que parezca lo contrario, nos necesitan más ellos a nosotros que nosotros a ellos").

Ayer jueves, el propio experiodista intentó como pudo solventar el desaguisado en que se metió por mirar tanto sus extractos y tan poco las cuatro reglas de esta profesión por la que gana cuartos a espuertas. Miren en el enlace.

http://www.eldia.es/2007-04-12/criterios/criterios7.htm

Miguelito el Policía, en el foro de Caspa Canaria, colgó un fabuloso corte de voz donde se escucha la cuña y luego el mismo experiodista critica a Ángel Llanos. Riánse un rato.

http://rapidshare.com/files/25239773/novotporangel.mp3.html

Entre una cosa y otra, el pobre experiodista va cavando su propia tumba, porque mira que se comentó el asunto ayer en los corrillos. Con este personaje y con tantos otros, tipo Vargas me sube la Billirubina, el asunto es sencillo: ¿hablan bien de alguien?, miraron el extracto; ¿hablan mal de alguien?, es que no estaba en el extracto o se metió con alguien que sí estaba en el extracto. Ellos, más que en un estrato económico, viven en un extracto bancario.

¿Por qué me preocupa este asunto tanto? Porque aún soy un periodista novato que le tiene un pisco de cariño a esta profesión. Porque considero que el periodista debe manejarse con responsabilidad dentro de un mundo cada vez más saturado de basura. Porque, a pesar de las risas, en el fondo me parte el alma ver a todo este atajo de cantamañanas impresentables moviendo la antorcha de la verdad en un beneficio que palpan a cada extracto.

Déjenlos como unos payasitos, no les hagan ni caso porque, ¿todavía hay alguien que les haga caso?

Son la basura de la basura, y cada vez se molestan menos en dismularlo.