domingo, 18 de febrero de 2007

Mensaje para el mundo

Si usted, lector, no es chicharrero natural ni vive en Tenerife, puede que no tenga el acceso directo a la gran fuente de polémica de las últimas semanas.
No se trata de las investigaciones sobre el alcalde Zerolo, ni del puerto de Granadilla, ni el cierre del anillo insular, ni el compadreo entre empresarios y políticos, ni nada de eso tan poco importante.
Es la tremendamente importante gala de la elección de la reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. La gala que dirigió (dicen) Rafael Amargo.

Primero. La gala fue simplemente aburrida. La gala fue simplemente otra gala de elección de cualquier reina de cualquier capital de provincias de tercera. No pasó nada extraño, nadie insultó a nadie, nadie puso en entredicho al Carnaval santacrucero, nadie enseñó sus partes en el escenario (eso ya lo hicieron Los Bambones hace muuuuuchos años). Fue una gala que invitaba a la modorra y a cambiar de canal.

Segundo. La polémica posterior está hinchadísima por varias razones. Una es porque Amargo, como dicen en Ravelo, se tiró el pedo más grande que el culo, con perdón. Muchos compartíamos sus afirmaciones iniciales sobre la falta de calidad artística de Carnaval tinerfeño. También su idea de que no salieran todos los grupos, de hacer una gala más ágil, más diferente. El problema es que la hizo diferente pero nada más.
La otra razón de que hinchara la polémica es que Amargo optó por lo foráneo en detrimento de lo tinerfeño. Si usted lee o escucha las protestas posteriores a la gala, usted podría pensar que los tinerfeños son unos grandes defensores de la cultura y de las formas de creación generadas en su tierra. No se preocupen, es mentira.
Pero la razón definitiva del disparate es que los representantes políticos que eligieron a Rafael Amargo como director o que no supieron reconducir sus propuestas o al menos, echarlo a tiempo (habría que ver las cláusulas de rescisión de ese contrato), en lugar de actuar con tranquilidad y de apaciguar a las almas chicharreras, optaron por la vía de la gresca. Es la forma de evitar que las personas con dos dedos de frente les pidan responsabilidades a quien de verdad las tiene. Amargo hizo una gala normalita, pero en absoluto aprofesional. La gala daría el pego en cualquier especial de "Murcia, qué bonita eres", como bien apuntó un periodista. O sea, que era una gala, no el galón que el mismo Amargo había prometido y muchos esperábamos.
Otra cosa, salvo en contadísimas ocasiones, la gala siempre fue un rollo que invitaba al sueño, al zapping o a preparar el almuerzo del día siguiente.
Otra cosa, la gala no es el Carnaval, es un añadido más.
Otra cosa, la gala es otro ejemplo de ese Carnaval exportable que escogió el Ayuntamiento santacrucero como modelo hace años.
A los carnavaleros lo que de verdad nos importa es el vacilón callejero, salir a la una y volver a las ocho después de echarte unas risas con unos cuantos. Eso, por suerte, sigue igual o mejor, al menos mejor que el año pasado.

Eso es todo, ni se insultó al Carnaval santacrucero (insulto fue que una murga como Diablos Locos se rajara de cantar en la gala, yo al menos me sentí insultado), ni se dejó en ridículo en Carnaval ni nada de nada.

Ahora cabría preguntarse por a quién le favorece la polémica. Corren jugosos rumores por Tenerife sobre la productora a la que se concedió el montaje del espectáculo del Recinto Ferial. Productora, por cierto, a la que se le pagaba el famoso millón de euros y que luego era la encargada de pagar a Amargo. Productora que pone el montaje de todos los espectáculos que pasaron por el Recinto Ferial ¿Quién está detrás de esa productora? La gran pregunta.

El Carnaval, por suerte, puede con Amargo, con Hilario Rodríguez, con los pesados que solo quieren polémicas y con los que se inventaron lo de la sonrisa del payaso hace años.
Viva el Carnaval, pero el Carnaval del pedo colectivo y del supervacilón.

El año que viene, otra vez una gala en la que salen los ocho millones de componentes de grupos, otro tostonazo, pero no diremos ni mu porque, primero, será nuestro tostonazo y, segundo, después de las tonterías que se dijeron sobre la gala de Amargo, nos tendremos que tragar nuestro tostonazo.

Mientras, conozco muchos músicos, actores, escenógrafos, directores de teatro y demás, nacidos y crecidos en Tenerife, que tendrían mucho que aportarle a nuestro Carnaval y a nuestra gala, pero ni los dejan ni creo que quieran.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Consecuencias de lo de Amargo:
1) los grandes perjudicados serán los directores de eventos, actos de entrega de premios, galas de cualquier municipio..., que tendrán que aguantar las injerencias del concejal de cultura de turno, no vaya a ser que pase "lo de Amargo".
Se acabó la libertad creativa. Vuelve la censura previa.
Los azpicueta, Sergio García etc.. de turno, criticando la labor de Amargo, se están tirando piedras contra símismos.
2) A los que defendimos la necesidad de un cambio de modelo, en consonancia con lo que dijo Amargo, nos quedan otros diez años aguantando el modelo tradicional de gala coñazo. Involución total.
3) Nace una nueva especie: el político compungido (Piqué, Hilario, Zerolo), pero nunca dimisionario. Patéticos.

4) Otro perjudicado: lo andaluz y de refilón el flamenco. Si ya protestó algún indocumentado por el toque flamenco en el concierto de Mark Anthoni, los aficionados lo tenemos crudo para volver a ver algo decente.

Gran Guanajo

2)

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Anónimo dijo...

Releo mi mensaje anterior y descubro mi nueva ortografía carnavalera. Lo dejo asín. Esto es Carnabal.
Gran Guanajo.

alejandrosl dijo...

Muy de acuerdo con lo escrito, Job; otro tanto con lo que añade Gran Guanajo; y yo me permito aportar mi reflexión: el ayuntamiento de Santa Cruz se ha comportado como el típico nuevo rico que va de inmediato a comprarse un Ferrari, y en el concesionario elige el más caro. Como un coche así no puede conducirlo cualquiera, pasa lo que pasa: que se estrellan.

Unknown dijo...

Lo de la murga abochornaba. Creo que fue una falta de respeto y hubiesen quedado mejor soltando el mismo discurso ególatra murguero pero cantando para "su gente"como de costumbre, no empeorando lo que ya se hundía solo.

También tiene razón Gran Guanajo... No nos queda nada a partir de ahora en cuanto a crispación. A este paso va a salir alguna guerra famosa como tema del próximo carnaval.

Job dijo...

La reflexión del Gran Guanajo es muy acertada.
Ike, te agradezco tu visión sobre lo de la murga Diablos Locos. Todo el mundo apoyó la decisión de esta murga de no cantar, cuando a mí me pareció bochornoso. Pensé que me estaba volviendo loco.
Pinzón, toda la razón del mundo. Hoy El Día saca que Amargo quería traer ¡a Isabel Preysler y a Paris Hilton! Por favor, ¿qué visión del glamour y de lo fashion tienen por ahí? Su gala, un desastre, ahora, sus reflexiones sobre el Carnaval, creo que la mayoría muy acertadas.
Me permito recomendarles la lectura de mi columna de hoy en La Opinión.

http://www.laopinion.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=2689&pIdSeccion=5&pIdNoticia=74094&rand=1172025687842