jueves, 6 de agosto de 2009

Viva la prensa

Qué fácil es escribir columnas a cascoporro. El hecho de que algunos, como Ricardo Peinadín, lo hagan cada día demuestra que es un oficio de lo más simplón. Se lo digo por experiencia. Otra cosa es hacer columnas buenas porque en esto de la opinión diaria, hay cerebros que jornada a jornada se empeñan en mostrar sus limitaciones intelectuales, un verdadero logro y toda una muestra de valentía.

Miren, medio segundo de lectura de prensa y varias columnas pimpúm.

Rusia denuncia el rearme georgiano (y dos piedras)

La noticia dice que Osetia del Sur solo está reconocida como país independiente por Rusia, lógico, y, tachán tachán, ¡por Nicaragua! Seguro que una pila de kalashnikov fue el precio de ese reconocimiento. Eso lleva a imaginar a la futura república Nivariense decidiendo qué países reconoce y cuáles no, con nuestro ministro de Asuntos Exteriores, que debería ser Luis Morera, al que admiro hasta las tachas por esa manera de cantar tan telúrica. Quién vería a la República Africana de Canarias reconociendo a la República Independiente de Madeira por sus santos cojones.


La trama Gurtel o como coño se escriba según 'El País'. (No pongo enlaces porque hay noticias a cada segundo).

Con una relación detallada de los trajes, americanas y chaqués regalados a cada uno de los políticos valencianos. ¿Les aburre la política? Vamos, si es fantástica. Un presidente de una comunidad autónoma recibe trajes de una trama corrupta a la que se le conceden negocios oficiales en la comunidad donde el caballero bien vestido manda; un presidente que dice que no conoce a un fulano pero sí lo conoce, o sea, que miente como un concejal cualquiera, y un juez colegui del presidente que le evita lahumillación de verse juzgado por totorota. La política es entretenidísima y no sé qué hacen perdiendo el tiempo, corran a afiliarse a un partido.
Luego está lo otro, el enchufe que no fue de Paulino, porque la chica no se dejó. ¿Hay enchufe si el enchufado no consigue el trabajo? Habrá que consultar a la RAE. Ahora, según las transcripciones filtradas por el figura del Torco, un hombre con unas ganas de figureo que ríete de Pipi Estrada, el esfuerzo de Paulino fue como delicado, pero había que decirle a la chica el tema, para que no copiara más que nada y diera al traste con todo el tinglado. Una duda, ¿cuántos de ustedes no han llamado a un conocido para que les consigua algo mejor o más rápido por lo bajini? Pues esto es lo mismo pero en presidencial.


Hiroshima mon amour.

Cada agosto, el mismo rollo con el aniversario de la bomba atómica. "He aprendido a perdonar", dice un superviviente de la tragedia. Vamos, hombre, no me joda con todo el cariño y todos los respetos. La bomba atómica fue lo mejor que le pudo pasar a ese Japón que intenta justificar una guerra en la que se metieron de cabeza. Ellos no perdonan por las tropelías cometidas en China, en Corea y en todas las zonas ocupadas; no perdonan por el maltrato a los prisioneros de guerra; no perdonan por iniciar voluntariamente y contra el derecho internacional una guerra que sí, también la desencadenó la presión de Estados Unidos, pero ellos estaban empeñados en conseguir por la fuerza lo que no querían pagar con yenes: recursos. Pero ellos perdonan porque les tiraron la bomba atómica. Jeta japo. De paso, como siempre conviene recordar que muchas de las noches de bombardeo de los B-29 contra las ciudades de Japón con armamento incendiario, causaron más víctimas que los ataques a Hiroshima y Nagasaki. Pero claro, para saber eso hay que leerse un par de libros y no es plan. Mientras, el próximo agosto asistiremos al mismo rollito de ver los japoneses con mucho sentimiento decir que "perdonan".


Homenaje a las Trece Rosas por dos

Un homenaje y dos actos, uno convocado por el PSOE y otro por el Partido Comunista, no se vayan a juntar, por favor. La monserga de la izquierda, los pesados de la izquierda y lo difícil que es poner de acuerdo a unas gentes que solo ven su lado inamovible de la vida. Y lo de las Trece Rosa, otra puñetera injusticia en un mundo que te cansa de tanto tocarte los cojones.

Y eso, solo hasta la primera página de Opinión de 'El País'. No me dirán ustedes que no es fácil hacer columnas cada día, si te lo dan hecho.

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