jueves, 3 de diciembre de 2009

Una música viva entre muertos

Cuánta paciencia, miércoles 2 de diciembre de 2009

Ahora que la música está más viva que nunca, resulta que se muere. Menuda credibilidad una tarima donde lucen palmito uno de Mago de Oz, probablemente el grupo más espantoso de la historia de la música española, Chenoa y David de María. ¡La música desaparece! Nos dicen. Una trola gigantesca la de esa manifestación de ayer en Madrid. Otra protesta, por cierto, para pedir que el gobierno arregle algo. A ver si empezamos a arreglar las cosas nosotros mismos.

Se los digo con un poco de conocimiento de causa: la música está más viva que nunca, rematadamente viva. En plena crisis discográfica, Canarias va a cerrar uno de los años con mayor edición de discos dentro de la música alternativa. Hay más conciertos que nunca y la gente va a más conciertos que nunca. Cualquier festival se llena. Hay ejemplos fantásticos de cómo encarar los nuevos tiempos de la música, como el grupo madrileño Vetusta Morla: se autoeditaron el disco después de casi nueve años haciendo música sin que nadie les hiciera caso. Ellos gestionan toda su carrera, con ligeras ayudas de trabajadores externos. Y les va francamente bien. De su disco llevan vendidos más de 30.000 ejemplares. Son un ejemplo problemático porque marca el camino a muchos otros músicos: la solución al Apocalipsis musical está en el trabajo.

Hay otra lectura sobre esa presunta crisis musical, y es la que hace el gran Loquillo, un artista como un sombrero de copa. Alguien capaz de tener ese impacto sin saber ni cantar ni bailar ni componer es que solo puede ser artista. Loquillo fue más allá y habló de una cosa obvia: la falta de respeto que se tiene en este país por la figura del creador y por la cultura en general. Ahí tiene toda la razón, y cada día, decenas de miles de creadores pelean contra este estigma, contra esa ignorancia total de una tierra que siente alergia por todo lo que sea cultura. Los creadores crecen con esa certeza y a pesar de todo, se pelean contra esa falta de respeto. Por eso les salen las cosas más o menos bien, de pura pesadez. Y antes era peor, antes se les quemaba en la hoguera.

PD: en la lectura en antena dije por error La Vieja Morla en lugar de Vetusta Morla. Los primeros son canarios y hacen pop de guitarras potente y de letras lúbricas. Los segundos, rock emotivo con Radiohead y Jeff Buckley en el desván de los referentes. Los dos son fantásticos. Los canarios están a punto de sacar su segundo elepé, tienen muchísimo talento y hacen grandes canciones. Los primeros son de Cuatro Caminos y tienen todo el éxito que se merecen verdaderos.

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