martes, 6 de julio de 2010

La neurona de Ozzy

Cuánta paciencia, martes 22 de junio de 2010

Qué tendrá Ozzy Osbourne dentro de su cuerpo. Lo que hay dentro de su mente está claro, y así lo manifiesta en cada edición del programa ‘ The Osbournes’. Ozzy vive en una especie de nebulosa, y repta como si fuera un anciano de 90 años. Pero bueno, es que Ozzy, a pesar de su melena, de su querencia por el rimel y de seguir aupado en el trono del heavy metal, tiene nada menos que 61 años de edad.

Hace mucho, mucho tiempo, allá por finales de la década de los ochenta, todos los aficionados a la música rarita nos preguntábamos que cómo podría envejecer esto del rock and roll. Era un debate recurrente, ¿esta muerto el rock? Si echamos ahora la vista atrás nos entra un poco de risa con ese lío, porque el rock es como el jazz, un estilo con subidas y bajadas, pero siempre presente porque siempre será emocionante ver a un fulano con una guitarra y el amplificador al diez. Como dicen los rockeros, el rock es cuestión de actitud, y de eso andan sobrados muchos artistas hoy en día. Ozzy demuestra que el rock de geriátrico es fantástico.

La duda es si para el rock hace falta una genética especial. Sabíamos que los grandes de la música necesitan, además de condiciones estrictamente musicales como buen oído, sentido del ritmo y una voz más o menos llamativa para los cantantes, otros elementos como el carisma y sobre todo la belleza. Lo que nadie explica a los pibes que empiezan en esto de la música es que para aguantar en el tema del rock y de la música nocturna, hace falta tener un cuerpo de paracaidista del ejército israelí. Los músicos suelen actuar por las noches, y la noche es muy peligrosa. Incluso rancios cantantes de boleros cayeron en su día en las tentaciones de las drogas divertidas, como el alcohol. No les digo ya los rockeros. Se meten en un tren de vida que pasa una dura factura sobre sus cuerpos. La historia del rock está sobrecargada de muertes prematuras. Ahora la ciencia se mete en el vicio. Varios científicos van a estudiar el genoma de Ozzy Osbourne para ver cómo es posible que este hombre haya soportado tantos años de excesos y siga vivo. 40 años de juerga, dice el propio Ozzy. Oigan, de repente de los resultados de este estudio salen nuevos beneficios para la humanidad como el remedio contra la resaca y la pastilla que nos devuelva la alegría después de una noche de juerga, porque yo no sé ustedes, pero con los años, uno sale el sábado y está toda la semana siguiente malo.

No hay comentarios: