jueves, 8 de octubre de 2009

El geólogo japonés

Cuánta paciencia, miércoles 7 de octubre de 2009

Qué día, chicos, qué día. Se nos mata un militar de origen canario por no ir en un vehículo resistente a las minas, que esos vehículos están pero cuestan una pasta y no es como para que los usen y los gasten. Resulta que de repente por Tebeto, montaña con muy mala rima, no hay que pagar la morterada de pasta que se espera pagar. Esperamos todos mientras tanto que el tal Bittini se dé a conocer y publique su libro titulado ‘Como sacarle la pasta a un gobierno sin dar un palo al agua’. Y de paso, por ahí sigue dando brincos la famosa tasación. El problema con esto es de fácil solución: se trae a cuatro geólogos de Japón, se les aísla en una rulote protegida por la guanchancha, entran a Fuerteventura, hacen la tasación, salen de Fuerteventura sin tomar contacto con nadie ni conocer a Chona, la de ‘En clave de Ja’, por si acaso, y ya tenemos tasación chachi.

De paso, resulta que Iberia va a cobrar por llevar maletas en el avión. La duda es si esto no lo hacían ya al cobrarnos el billete. Se plantea una grandiosa posibilidad a partir de ahora, que además del billete de avión, cada vez que viajemos, nos cobren por llevarnos en avión, no sé si me explico. Y de tapadillo, se desliza la gran noticia: el gobierno francés está a dieta. Menudo coñazo. Esta vida es una miseria: todo lo que nos gusta es ilegal, inmoral o engorda, como decía Pata Negra. La edad nos salva de la inmoralidad y la valentía y el dinero, de la ilegalidad, pero por ahora nadie nos evita la gordura. Y así, en la era de la hiperabundancia, o te cortas y conviertes tu vida en una negación constante, o debes vivir de dieta en dieta y de sesión de ejercicio en sesión de ejercicio, un tostón. Encima los ministros de Sarkozy dicen que están en ello para dar ejemplo. Uno de ellos hace footing cada mañana acompañado por sus guardaespaldas y… de una ambulancia por si le da un jamacuco. Ya a Sarkozy le entró un yeyo en plena demostración de lo en forma que está. Y no tardará en llegar la noticia del político muerto en acto de servicio: ¿trabajando?, no, hombre, practicando ejercicio, que parece que si no estás cachas, es imposible que te voten. Oiga, ahora que lo pienso, no es tan mala idea.

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