martes, 2 de marzo de 2010

Cuatro te busca la pilila

Cuánta paciencia, lunes 22 de febrero de 2010

El mirón mirado, bienvenidos a la televisión basura. La mejor manera de detectar televisión basura, y cualquier forma de periodismo basura, es que hable de un tema que uno conoce. Por ejemplo, los carnavales, en concreto los carnavales de Santa Cruz de Tenerife. Un chapucero y tendencioso reportaje, por llamarlo de alguna manera, de la cadena Cuatro, mostró un compendio de lo que ellos llaman “la otra cara de los Carnavales”. El revuelo que se causa es importante, pero no es ingenuo. En cualquier fiesta multitudinaria hay drogas, hay sexo de aquí te pillo aquí te mato, hay vacilón y gente afectada por el vacilón. Si eso lo coges y lo pegas todo seguido, te sale lo que sale, que es una interpretación torpe e interesada.

Algunos ven en la chapuza de Cuatro una maniobra para atacar al carnaval de Santa Cruz de Tenerife. No se equivoquen, la única maniobra de Cuatro es la de rascar audiencia. La semana pasada, se hacía público un reportaje en un medio digital sobre cómo la parrilla de Cuatro se está llenando de sexo, sexo y más sexo, con un poquito de droga, si puede ser, detrás de esas puñeteras décimas de share. La Sexta se les acerca y están de los nervios, así que recurren al todo por la audiencia, en definitiva, aunque por el camino caiga la poca dignidad que le queda al periodismo y acaben con el prestigio de una fiesta que se esfuerza por venderse como segura y ejemplar.

Como bien decía un comentario en Internet, los carnavales no son una convención de Pocoyó, no, es cierto, pero de eso a poner en fila india una colección de imágenes conseguidas de manera poco profesional y hasta ilegal, con la bendita cámara oculta, va un trecho que solo se recorre si lo que se busca es sacar cuota de pantalla. Lo mejor del reportaje, el escándalo con los mirones del parque García Sanabria, o sea, el vouyeur asustado con el vouyeur mientras se lo muestra a otros vouyeurs, los que están detrás de la pantalla entre muertos de la risa e indignados.

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