Cuánta paciencia, martes 7 de septiembre de 2010
La gente no regresa de vacaciones el 1 de septiembre y se pone en movimiento de inmediato. La gente se toma su buena semana. Te lo dicen en el banco y en los estancos. Que desde ayer lunes, 6 de septiembre, están saturados porque todo el mundo quiere resolver los asuntos que dejó en el aire durante agosto en un día. En estas épocas de paro, aún se paraliza todo por las vacaciones de agosto. Casi nada cambia.
Pero hay cosas que sí. Ahora nos dicen que la depresión post vacacional no existe, y también que el tópico es mentira y que el dinero sí que da la felicidad, cosa que dice otra investigación. Cuanto más dinero tiene uno, más feliz dice que es, pero a partir de cierto nivel de dinero, uno deja de ser feliz, de sonreír y de soltar carcajadas, que son muchos de los indicativos de la felicidad. Eso explica la cara oscura y como gris del empresariado medio en general, y del canario en particular.
Llegamos de un verano como siempre plagado de noticias. Algunas de ellas jugosas. Resulta que la mayoría de los alcaldes acusados de corrupción fueron reelegidos para sus cargos, y que la amplia mayoría de los alcaldes nacionales no pasa de la EGB en sus estudios medios. Nuestro presidente del gobierno de Canarias es precisamente maestro, de la antigua EGB. Esta mañana estaba en la Romería del Socorro en Güímar y esta tarde estará en Teror de romería, caminando desde Las Palmas de Gran Canaria, en una demostración perfecta de lo que es la política actual, sufrimiento en apariencia, pero gozo en el fondo. Parranda tras parranda tenemos al presidente.
Y empezamos donde acabamos, con el dichoso deporte dominándolo todo y con todo un premio Príncipe de Asturias del Deportes dedicado a un grupo de futbolistas que alientan el pack de cervezas, la bolsa de papas fritas, el barreño de cotufas y la postración en general, o sea, que patrocina de todo menos del deporte. Bienvenidos.
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