lunes, 20 de septiembre de 2010

Recuperando el tiempo perdido

Vaya, alguno que sigue este blog me dice que lo tengo abandonado. Es totalmente cierto. Me gustaría pulir más entradas, incluir más enlaces, hipervínculos, fotos, vídeos, olores y esas cosas tan 2.0, pero se hace lo que se puede.

Ahora mismo, recuperar las columnas pendientes de publicaciones desde julio hasta ahora. A mediados de aquel mes, cerramos columna radiofónica y la retomamos hace semana y pico, de ahí el vacío.

Cuánta paciencia, jueves 8 de julio de 2010

Vaya con el pulpo, resulta que va acertando. Igual que los nacionalistas. Conozco a varios que con cada partido de España, van en contra de España, o sea, que tienen una depresión importante. No deja de ser un estrés encontrarle simpatías a selecciones tan aburridas e insustanciales como Chile, Suiza, Portugal, Honduras o Paraguay, pero una de las grandes ventajas de este mundo es ir a la contra, al menos tienes el objetivo claro. Lo de ir a favor va según el tiempo. Si ahora la cosa pinta bien, es fácil, pero lo complicado es apoyar algo cuando nadie lo entiende. En esta vida moderna, por desgracia, lo sencillo es la negación continua, lo difícil es ser asertivo. Cuando alguien nos dice que algo no les gusta, nos parece que sienta cátedra, en cambio si afirma que tal cosa le gusta y le parece fantástica, pensamos que es un ñoño. Lo realmente complicado es dar argumentos a favor de algo. Criticar y hundir, los dos deportes nacionales, es de lo más sencillo.

En estos días hablamos un poco de los nacionalismos y el fútbol. Yo no me preocuparía bastante, ni en un sentido ni en otro. La gente luce banderas porque se gana, ya las guardarán cuando se pierda. No creo que la gente sea más cívica después de que se gane el mundial. La gente es como es, o sea, que mucho esplendor, pero poca acción. Por eso me gusta Pedro Rodríguez Ledesma, al que se empeñan en seguir llamando Pedrito, porque atesora algunos de los valores más destacados de una forma de ser canaria. Pedro es modesto, se centra en hacer lo suyo lo mejor posible y que los resultados demuestren su valor. Mucho cuestionaron su convocatoria en la selección y ayer demostró otra vez el gran talento que tiene como pelotero.

Como a tantos canarios antes, tiene que demostrar el doble de lo que vale para que muchos descubran lo bueno que es. En Canarias padecemos de eso, que nos vendemos fatal, al contrario que otras nacionalidades, que te sueltan un rollo, te dicen que son los mejores haciendo algo pero luego es todo mentira. En lo que te das cuenta del bulo, viven del cuento un rato. El señor Rodríguez Ledesma está creando su cuento sobre varias verdades, pero sobre todo encima de la parsimonia, la simpatía y el buen hacer. Y es por eso, queridos, por lo que nos gusta el fútbol, porque es un pibe que peloteaba en los solares de Abades, en el sur de Tenerife, y que está ahora haciendo tantas cosas grandes de forma calmada, sin filosofías, solo con magia. Ni más ni menos.

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