'Cuánta paciencia', lunes 28 de septiembre de 2009.
Vivimos en un país ignorante, maleducado, provinciano y cateto. ¿Ustedes lo dudan? Lean y escuchen los disparates que se publicaron sobre las hijas de Zapatero y la famosa foto. Imaginen esos disparates escritos sobre sus hijas, hermanas, sobrinas, nietas y amigas. De paso, recuerden cómo vestían ustedes a los 13 años, y para ello recuperó un post fantástico del blog musical Jenesaispop, donde precisamente recopilaron comentarios de los lectores donde describían su vestimenta típica de la adolescencia a raíz del look oscuro de las dos chicas.
A pesar de todo, vivimos en un país delicioso y divertido, un país que conviene no tomarse demasiado en serio, un país que pierde toda la fuerza por la boca. Es la mejor terapia contra estas polémicas estúpidas y contra las tontas comparaciones entre los esfuerzos del presidente Zapatero por velar por la intimidad de sus hijas y la nueva ley del aborto. Por supuesto que no tiene nada que ver una cosa con la otra, pero los opinadotes borderline poquifrenti de la derechona mediática tuvieron su columnita en un plisplás gracias a la mezcla.
Aun así, mejor dejarse llevar por el lado divertido de esta comedia nacional, mejor optar por la comedia cercana. Periódico ‘Diario de Avisos’ de este domingo, fotonoticia, página 23, titular: “Clavijo inaugura el ascensor del Centro Ciudadano de Bajamar”. Sale Fernando Clavijo (lo siento, pero no consigo el enlace del 'Diario'), alcalde de La Laguna, Tenerife, inaugurando un ascensor, o sea, cortando la preceptiva cinta en la puerta, pero de dentro del ascensor hacia fuera para hacer la foto posible. Tras inaugurar un ascensor, que seguro que es necesario, lo próximo podría ser la apertura de cuatro losetas dañadas y recompuestas en la calle del Agua. Todo es posible en la política canaria.
martes, 29 de septiembre de 2009
lunes, 28 de septiembre de 2009
Dos tazas de baile
Crónica Costa de Músicas, sábado 26 de septiembre de 2009.
Si lo decía en la crónica del Costa de Músicas 2009 edición sábado: tú preocúpate por el directo, que para hacer música que emocione hay que tener algo más. Quizá me dejo llevar por la endogamia, lo contrario a la endofobia, cuando analizo el Costa de Músicas en su cuarta edición y me quedo con la idea de que los únicos grupos que me dijeron algo, que fueron capaz de estructurar un discurso musical por encima de las imposiciones del público bailongo festivalero, fueron los dos canarios: Zürych y, sobre todo, The Good Company.
Se defiende fácil la postura Ledesma. El sábado, hubo dos tazas de lo que les conté para el viernes: grupos efectivos para el directo pero de los que corría siempre la misma opinión entre los que saben algo de esto de la música: “Divertidos, pero no me compraría un disco de ellos”.
En ese tramo efectista de la música en vivo ejecutaron un máster La Selva Sur, otra banda multitudinaria, en personal sobre el escenario y en estilos del repertorio. Suenan ensayados y perfectos, pero musicalmente son un páramo: fiestita y vacío a partes iguales ahora, impecables en la parte técnica y en la intención por montar la fiesta.
La principal decepción de la noche fue la de Kokolo Afrobeat Orchestra, otra demostración más de las limitaciones geográficas de la música. Por mucho que lo intenten, y por muy multinacional que sea la propuesta, un grupete de neoyorquinos haciendo afrobeat no deja de ser un grupete de neoyorquinos haciendo afrobeat. Perfectos repentizadores, correctísimos en todo pero sin ese pulso sudoroso y alocado que le inyectaría ocho negrales de Nigeria haciendo justo los mismos temas.
El imposible geográfico de la música de nuevo se manifestó como Mo’ Horizons. Estos son más espabilados porque cuentan con un par de productores competentes que practican el sabio arte del saqueo escondido en la sampledelia fina. Cuando occidentalizan la salsa saben a croqueta ultracongelada (que ni es croqueta ni es ná), pero luego se descuelgan con un bugalú impecable. Mejores en la parte más negroide del experimento, graciosillos y punto en el lado salsero.
La crónica de Cycle podría hacerse sacando frases del resto de los grupos: también eficaces saqueadores y deliciosos oportunistas, pero aprendiendo lecciones. David Kano tiene en su haber dos de los experimentos musicales más insufribles de España, los propios Cycle y los inaguantables Krakovia, que es como Cycle pero en rock. Ahora, el caballero aprende y en el nuevo trabajo del grupo consigue sonar moderno sin pecar de aprovechado. Incluso su directo se hace más eficaz gracias a unas bases mejor trabajadas sobrecargadas de gordura en los bajos. Cerraron escenario con la gente vuelta loca y como bien dijo una del público: “Ya pueden estar tocando hasta las siete de la mañana que nosotros seguiremos bailando”.
Dejo para el final a The Good Company porque fueron el único grupo en todo el festival que se salió del guión, pero es que ellos ya son así. Intensos, emocionales, delicados, incluso introspectivos. Una rareza para la música alternativa, tanto canaria como española. Su tendencia de hacer los temas algo largos no oculta que saben cómo montar una canción para hacerla aún más bonita. Ahora están en plena fase de relanzamiento de su primer disco, y sería una injusticia que no recibieran la atención que merecen.
Costa de Músicas cerró su cuarta edición con un enorme éxito de público y consolidado como un festival que sabe ofrecer propuestas diferentes sin perder de vista la diversión como eje.
Si lo decía en la crónica del Costa de Músicas 2009 edición sábado: tú preocúpate por el directo, que para hacer música que emocione hay que tener algo más. Quizá me dejo llevar por la endogamia, lo contrario a la endofobia, cuando analizo el Costa de Músicas en su cuarta edición y me quedo con la idea de que los únicos grupos que me dijeron algo, que fueron capaz de estructurar un discurso musical por encima de las imposiciones del público bailongo festivalero, fueron los dos canarios: Zürych y, sobre todo, The Good Company.
Se defiende fácil la postura Ledesma. El sábado, hubo dos tazas de lo que les conté para el viernes: grupos efectivos para el directo pero de los que corría siempre la misma opinión entre los que saben algo de esto de la música: “Divertidos, pero no me compraría un disco de ellos”.
En ese tramo efectista de la música en vivo ejecutaron un máster La Selva Sur, otra banda multitudinaria, en personal sobre el escenario y en estilos del repertorio. Suenan ensayados y perfectos, pero musicalmente son un páramo: fiestita y vacío a partes iguales ahora, impecables en la parte técnica y en la intención por montar la fiesta.
La principal decepción de la noche fue la de Kokolo Afrobeat Orchestra, otra demostración más de las limitaciones geográficas de la música. Por mucho que lo intenten, y por muy multinacional que sea la propuesta, un grupete de neoyorquinos haciendo afrobeat no deja de ser un grupete de neoyorquinos haciendo afrobeat. Perfectos repentizadores, correctísimos en todo pero sin ese pulso sudoroso y alocado que le inyectaría ocho negrales de Nigeria haciendo justo los mismos temas.
El imposible geográfico de la música de nuevo se manifestó como Mo’ Horizons. Estos son más espabilados porque cuentan con un par de productores competentes que practican el sabio arte del saqueo escondido en la sampledelia fina. Cuando occidentalizan la salsa saben a croqueta ultracongelada (que ni es croqueta ni es ná), pero luego se descuelgan con un bugalú impecable. Mejores en la parte más negroide del experimento, graciosillos y punto en el lado salsero.
La crónica de Cycle podría hacerse sacando frases del resto de los grupos: también eficaces saqueadores y deliciosos oportunistas, pero aprendiendo lecciones. David Kano tiene en su haber dos de los experimentos musicales más insufribles de España, los propios Cycle y los inaguantables Krakovia, que es como Cycle pero en rock. Ahora, el caballero aprende y en el nuevo trabajo del grupo consigue sonar moderno sin pecar de aprovechado. Incluso su directo se hace más eficaz gracias a unas bases mejor trabajadas sobrecargadas de gordura en los bajos. Cerraron escenario con la gente vuelta loca y como bien dijo una del público: “Ya pueden estar tocando hasta las siete de la mañana que nosotros seguiremos bailando”.
Dejo para el final a The Good Company porque fueron el único grupo en todo el festival que se salió del guión, pero es que ellos ya son así. Intensos, emocionales, delicados, incluso introspectivos. Una rareza para la música alternativa, tanto canaria como española. Su tendencia de hacer los temas algo largos no oculta que saben cómo montar una canción para hacerla aún más bonita. Ahora están en plena fase de relanzamiento de su primer disco, y sería una injusticia que no recibieran la atención que merecen.
Costa de Músicas cerró su cuarta edición con un enorme éxito de público y consolidado como un festival que sabe ofrecer propuestas diferentes sin perder de vista la diversión como eje.
Maniobra de distracción
Cuánta paciencia, viernes 25 de septiembre (y estoy harto del provincianismo, la estupidez y la simplonería que escucho sobre este tema)
El presidente Zapatero tiene una curiosa falta de puntería, o es más listo de lo que muchos se piensan. Resulta que se llevó a su familia a Estados Unidos, donde tenía varias citas oficiales, dentro de ese empleo difuso de los medios públicos que suelen hacer los políticos con exceso de protagonismo, pero no quiso que salieran fotos de sus hijas en los medios de comunicación. Pero la publicación de las fotos que no quiso que salieran cambia el debate por completo: en lugar de hablar sobre quien paga el viaje de los familiares del presidente del gobierno, ahora todo el mundo está discutiendo por el aspecto de las hijas de Zapatero.
Alguien llegó a decir que si esas fotos salen antes de las elecciones, Zapatero no gana. Ese alguien es muy despistado y hace demasiado tiempo que no ve de cerca de un grupo de adolescentes. Las hijas de Zapatero son dos jóvenes normales y corrientes, con problemas para saber estar, con pasión por el rollo dark o emo, y, una intuición que se extrae de su curioso calzado y de unas ropas que se salen de la norma pero solo un poquito, con bastante personalidad.
Pero hablando de esto nos olvidamos de lo otro, de esa práctica común del político medio español con cargo, de esa sensación de impunidad que permite que emplee medios y beneficios de su cargo en provecho privado, no en interés comunitario, de esa confusión entre lo suyo y lo nuestro. El representante público no puede ser el máximo beneficiario de todo lo público. No sé qué pasa que últimamente no cesan de salir ejemplos de todo lo contrario. La reflexión es obvia, luego nos quejaremos de que en las próximas elecciones, el gran partido de la abstención avance un poco más.
El presidente Zapatero tiene una curiosa falta de puntería, o es más listo de lo que muchos se piensan. Resulta que se llevó a su familia a Estados Unidos, donde tenía varias citas oficiales, dentro de ese empleo difuso de los medios públicos que suelen hacer los políticos con exceso de protagonismo, pero no quiso que salieran fotos de sus hijas en los medios de comunicación. Pero la publicación de las fotos que no quiso que salieran cambia el debate por completo: en lugar de hablar sobre quien paga el viaje de los familiares del presidente del gobierno, ahora todo el mundo está discutiendo por el aspecto de las hijas de Zapatero.
Alguien llegó a decir que si esas fotos salen antes de las elecciones, Zapatero no gana. Ese alguien es muy despistado y hace demasiado tiempo que no ve de cerca de un grupo de adolescentes. Las hijas de Zapatero son dos jóvenes normales y corrientes, con problemas para saber estar, con pasión por el rollo dark o emo, y, una intuición que se extrae de su curioso calzado y de unas ropas que se salen de la norma pero solo un poquito, con bastante personalidad.
Pero hablando de esto nos olvidamos de lo otro, de esa práctica común del político medio español con cargo, de esa sensación de impunidad que permite que emplee medios y beneficios de su cargo en provecho privado, no en interés comunitario, de esa confusión entre lo suyo y lo nuestro. El representante público no puede ser el máximo beneficiario de todo lo público. No sé qué pasa que últimamente no cesan de salir ejemplos de todo lo contrario. La reflexión es obvia, luego nos quejaremos de que en las próximas elecciones, el gran partido de la abstención avance un poco más.
sábado, 26 de septiembre de 2009
Costa de Músicas: efectismo y directo
Costa de Músicas, viernes 25 de septiembre
La separación entre el disco y el directo es un terreno vacío donde muchos grupos se mueven buscando el beneficio propio. Bandas que no soportarías en CD (o en MP3 o en streaming o en lo que ustedes pirateen) te alegran una noche de festival, si suenan en el momento adecuado.
En la primera entrega del Costa de Músicas se manifestaron varios de estos ejemplos, con victoria para los grupos con discursos musicales planos, cuando no directamente anodinos, que prefieren dedicar el talento a exprimir los trucos de la actuación eficaz y epatante para la masa con ganas de diversión.
Zürych son del banquillo contrario. Si en su anterior trabajo sonaban poperos, incluso blanditos, sobre la tarima se aúpan en el amplificador de válvulas y la distorsión de toda la vida para acercarse más al power pop. Son una grandísima noticia, demasiado tiempo oculta en su Lanzarote natal. Un directo impecable sobrecargado de grandes canciones bien trabajadas, una calidad instrumental descarada y sobre todo, el dinero que se nota en los equipos, porque muchos niñatos aún no saben que la clave para que una guitarra suene bien a veces se queda en tener una buena guitarra, un buen ampli y unos buenos pedales; y luego queda la habilidad con el acorde. Con temas como el ‘Vámonos’ que cerró su actuación, adelantan un disco próximo disco que va para obra definitiva del pop de guitarras canario. Lástima que la fuerza escénica que se quede en su fantástico vocalista.
Luego fue el turno para Silvia Superstar, cada vez ante más público en un Costa de Músicas que regresó a su ubicación tradicional, en un aparcamiento junto a la playa de Bastián, en Costa Teguise, Lanzarote. Silvia emplea sabiamente las herramientas de la seducción y el pavoneo neo pin up para engatusar a la audiencia masculina, pero también cuenta con poso musical. Su intención de mezclar rock sucio con electrónica despierta la atención gracias a lo bien que prepara sus canciones para ganar la confianza del baile, aunque se pierde en un inglés guachiguachi bastante insufrible. Respaldada por dos componentes de The Blows (gran banda que se define en lo que me comentó su guitarra en el camerino: “Es que los de Vigo somos la ostia”), su directo es divertido y seductor, tal y como se espera de ella.
La gente fue el viernes al Costa de Músicas a ver a La Excepción, un grupo en boga gracias a la presencia masiva de El Langui, que si programa de radio, que si libro, que si película, un no parar lo de este muchacho. Directo divertido, aupado en el meneo constate del Gitano Antón, grandes éxitos para el final y público contento.
Empezaron entonces los ejemplos de discurso musical simple superados por la efectividad en directo. Mamba Beat es un grupo que está bien para programar a ciertas horas en festivales para público chola: ese que acude a mover el cucu sin demasiadas veleidades emotivas. Son un auténtico camelo, una imposible banda bilbaína que quiere ser afrobeat y neo funky pero sin guitarra, un total disparate. Su directo bien trabado oculta para los bailones alcoholizados su desastre conceptual, un desaguisado que se resume en su presunto homenaje final a Celia Cruz: hay orquestas de verbena peninsulares que tocan salsa con más dignidad. De nuevo se confirmó la imposibilidad geográfica: no se puede ser sabroso si eres de Bilbao, al menos musicalmente que otro cantar son los pintxos.
Esa misma distancia entre propuesta musical e intensidad en vivo se produce con La Phaze. Su estilo huele más que el sobaco de un encofrador: un poquito de drum’n bass por aquí (o sea, Asian Dub Foundation a tope), otro poco de rock contestatario (o sea, Rage Against the Machine, que los de Morello no tienen culpa de la nefasta influencia que dejaron en la música popular), y cuando esperas que van a tocar un reggae, lo hacen calcando líneas melódicas de Bob Marley. Lo curioso es que se ganan al respetable por su credibilidad, por la calidad de sonido que siempre se asocia a los proyectos franceses (tienen buena escuela) y porque siempre mola ver a un gabacho parloteando letras en franchute que si las entendieras, seguro que te entraba la risa por los topicazos y los lugares comunes.
Como es habitual en el Costa de Músicas, diez en organización y un once para el buen ambiente.
La separación entre el disco y el directo es un terreno vacío donde muchos grupos se mueven buscando el beneficio propio. Bandas que no soportarías en CD (o en MP3 o en streaming o en lo que ustedes pirateen) te alegran una noche de festival, si suenan en el momento adecuado.
En la primera entrega del Costa de Músicas se manifestaron varios de estos ejemplos, con victoria para los grupos con discursos musicales planos, cuando no directamente anodinos, que prefieren dedicar el talento a exprimir los trucos de la actuación eficaz y epatante para la masa con ganas de diversión.
Zürych son del banquillo contrario. Si en su anterior trabajo sonaban poperos, incluso blanditos, sobre la tarima se aúpan en el amplificador de válvulas y la distorsión de toda la vida para acercarse más al power pop. Son una grandísima noticia, demasiado tiempo oculta en su Lanzarote natal. Un directo impecable sobrecargado de grandes canciones bien trabajadas, una calidad instrumental descarada y sobre todo, el dinero que se nota en los equipos, porque muchos niñatos aún no saben que la clave para que una guitarra suene bien a veces se queda en tener una buena guitarra, un buen ampli y unos buenos pedales; y luego queda la habilidad con el acorde. Con temas como el ‘Vámonos’ que cerró su actuación, adelantan un disco próximo disco que va para obra definitiva del pop de guitarras canario. Lástima que la fuerza escénica que se quede en su fantástico vocalista.
Luego fue el turno para Silvia Superstar, cada vez ante más público en un Costa de Músicas que regresó a su ubicación tradicional, en un aparcamiento junto a la playa de Bastián, en Costa Teguise, Lanzarote. Silvia emplea sabiamente las herramientas de la seducción y el pavoneo neo pin up para engatusar a la audiencia masculina, pero también cuenta con poso musical. Su intención de mezclar rock sucio con electrónica despierta la atención gracias a lo bien que prepara sus canciones para ganar la confianza del baile, aunque se pierde en un inglés guachiguachi bastante insufrible. Respaldada por dos componentes de The Blows (gran banda que se define en lo que me comentó su guitarra en el camerino: “Es que los de Vigo somos la ostia”), su directo es divertido y seductor, tal y como se espera de ella.
La gente fue el viernes al Costa de Músicas a ver a La Excepción, un grupo en boga gracias a la presencia masiva de El Langui, que si programa de radio, que si libro, que si película, un no parar lo de este muchacho. Directo divertido, aupado en el meneo constate del Gitano Antón, grandes éxitos para el final y público contento.
Empezaron entonces los ejemplos de discurso musical simple superados por la efectividad en directo. Mamba Beat es un grupo que está bien para programar a ciertas horas en festivales para público chola: ese que acude a mover el cucu sin demasiadas veleidades emotivas. Son un auténtico camelo, una imposible banda bilbaína que quiere ser afrobeat y neo funky pero sin guitarra, un total disparate. Su directo bien trabado oculta para los bailones alcoholizados su desastre conceptual, un desaguisado que se resume en su presunto homenaje final a Celia Cruz: hay orquestas de verbena peninsulares que tocan salsa con más dignidad. De nuevo se confirmó la imposibilidad geográfica: no se puede ser sabroso si eres de Bilbao, al menos musicalmente que otro cantar son los pintxos.
Esa misma distancia entre propuesta musical e intensidad en vivo se produce con La Phaze. Su estilo huele más que el sobaco de un encofrador: un poquito de drum’n bass por aquí (o sea, Asian Dub Foundation a tope), otro poco de rock contestatario (o sea, Rage Against the Machine, que los de Morello no tienen culpa de la nefasta influencia que dejaron en la música popular), y cuando esperas que van a tocar un reggae, lo hacen calcando líneas melódicas de Bob Marley. Lo curioso es que se ganan al respetable por su credibilidad, por la calidad de sonido que siempre se asocia a los proyectos franceses (tienen buena escuela) y porque siempre mola ver a un gabacho parloteando letras en franchute que si las entendieras, seguro que te entraba la risa por los topicazos y los lugares comunes.
Como es habitual en el Costa de Músicas, diez en organización y un once para el buen ambiente.
viernes, 25 de septiembre de 2009
Hitler invade a Rahola
'Cuánta paciencia' del jueves 24 de septiembre de 2009
Resulta que Hitler volvió a invadir Polonia y la que se está montando en la mal llamada Polonia, o sea, Cataluña. A los geniales creadores del programa ‘Polonia’, un espacio humorístico de la televisión autonómica catalana que es líder de audiencia, se les ocurrió en el primer programa de la temporada que, ahora que hay tanto revuelo con el aniversario de la segunda guerra mundial, pues Hitler invadiera Polonia otra vez, pero el programa en este caso. El follón lo resuelve el personaje de Franco, muy popular en este programa, que saluda a Adolfito Hilter con un ¡asesino! hasta cariñoso.
Ya nos gustaría en Canarias contar con un programa como ‘Polonia’, y también con el presupuesto de la TV3, todo sea dicho, pero lo que sí tenemos de sobra en estas Islas es comentaristas liantes con ganas de jarana, del tipo de Pilar Rahola, que fue la que empezó la polémica. Hay dos maneras de crear una gran polémica en los medios. Una es decir que tal cosa puede ser polémica y caer mal en ciertos colectivos, pero sin mojarse mucho; esto se hace todos los días. La otra es publicar una columnita o decir algo en un medio en plan: “Esto es indignante”, que fue lo que hizo Pilar Rahola, de profesión, sus polémicas.
En Cataluña no le tienen miedo a la televisión, y sobre todo saben analizarla, quizá por eso tienen un programa como ‘Polonia’. Así que varias personas respondieron con sapiencia, elegancia e incluso algo de exageración a la simplona polémica de Rahola. No hay nada que pueda escapar de las risas, y no vale nuestro disgusto cuando alguien se ríe de algo que nos afecta, siempre que las risas sean acertadas y no se fundamenten en la ignorancia. A los responsables de Polonia se les ocurrió que Hitler podría invadir su Polonia, ¿no es genial? En el gag hablaban de Hendaya y de muchos otros hechos históricos, un ejemplo de risa elevada, y que siga, oiga, y que siga.
Resulta que Hitler volvió a invadir Polonia y la que se está montando en la mal llamada Polonia, o sea, Cataluña. A los geniales creadores del programa ‘Polonia’, un espacio humorístico de la televisión autonómica catalana que es líder de audiencia, se les ocurrió en el primer programa de la temporada que, ahora que hay tanto revuelo con el aniversario de la segunda guerra mundial, pues Hitler invadiera Polonia otra vez, pero el programa en este caso. El follón lo resuelve el personaje de Franco, muy popular en este programa, que saluda a Adolfito Hilter con un ¡asesino! hasta cariñoso.
Ya nos gustaría en Canarias contar con un programa como ‘Polonia’, y también con el presupuesto de la TV3, todo sea dicho, pero lo que sí tenemos de sobra en estas Islas es comentaristas liantes con ganas de jarana, del tipo de Pilar Rahola, que fue la que empezó la polémica. Hay dos maneras de crear una gran polémica en los medios. Una es decir que tal cosa puede ser polémica y caer mal en ciertos colectivos, pero sin mojarse mucho; esto se hace todos los días. La otra es publicar una columnita o decir algo en un medio en plan: “Esto es indignante”, que fue lo que hizo Pilar Rahola, de profesión, sus polémicas.
En Cataluña no le tienen miedo a la televisión, y sobre todo saben analizarla, quizá por eso tienen un programa como ‘Polonia’. Así que varias personas respondieron con sapiencia, elegancia e incluso algo de exageración a la simplona polémica de Rahola. No hay nada que pueda escapar de las risas, y no vale nuestro disgusto cuando alguien se ríe de algo que nos afecta, siempre que las risas sean acertadas y no se fundamenten en la ignorancia. A los responsables de Polonia se les ocurrió que Hitler podría invadir su Polonia, ¿no es genial? En el gag hablaban de Hendaya y de muchos otros hechos históricos, un ejemplo de risa elevada, y que siga, oiga, y que siga.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Esto es indignante
Cuanta paciencia del miércoles, 23 de septiembre de 2009
¿A dónde vamos a llegar si ni siquiera todo un presidente de gobierno puede enchufar a un familiar? Si algo deja claro el tema de las escuchas del caso Arona es que nuestros políticos pierden mucho el tiempo llamándose, y que una generación de políticos veteranos debería descubrir ya el FaceBook, porque hay una generación de políticos jóvenes que ya la tiene descubierta y no veas cómo le da caña al tema. De todas maneras, y saliéndonos por las ramas, o abriendo un ‘off topic’, que vivan los políticos que usan el Face para mandar vídeos chorras y que nos dejen en paz quienes lo emplean para promocionarse.
Volviendo a las escuchas, cierto que las llamadas son casi todas desafortunadas, como bien dijo el presidente, pero les voy a plantear un trato: todos nosotros dejamos de llamar a amigos y familiares con posición y posibles para pedirles favores, y esos amigos y familiares con posición y posibles dejan a su vez de llamar para hacer como que hacen algo, pero con el sano deseo de que les digan que no para dejar el asunto zanjado.
Causa bastante risa ver a periodistas y opinadotes adictos a la llamadita, al favor por lo bajo y al “tú ya me entiendes” instaurados ahora en la flagelación y en la ética, pelética, pelémpempética. Porque está clarísmo, vaya usted a un parque infantil y observe cómo el ser humano, desde fisquito, es agarrado, posesivo y egoísta por naturaleza. Y así seguiremos. Lo próximo sería pincharnos el teléfono a todos a ver si alguno escapa, y no le demos ideas a la SGAE. Mientras tanto, habrá que arreglar esto, porque los enchufes ya ni son lo que eran.
¿A dónde vamos a llegar si ni siquiera todo un presidente de gobierno puede enchufar a un familiar? Si algo deja claro el tema de las escuchas del caso Arona es que nuestros políticos pierden mucho el tiempo llamándose, y que una generación de políticos veteranos debería descubrir ya el FaceBook, porque hay una generación de políticos jóvenes que ya la tiene descubierta y no veas cómo le da caña al tema. De todas maneras, y saliéndonos por las ramas, o abriendo un ‘off topic’, que vivan los políticos que usan el Face para mandar vídeos chorras y que nos dejen en paz quienes lo emplean para promocionarse.
Volviendo a las escuchas, cierto que las llamadas son casi todas desafortunadas, como bien dijo el presidente, pero les voy a plantear un trato: todos nosotros dejamos de llamar a amigos y familiares con posición y posibles para pedirles favores, y esos amigos y familiares con posición y posibles dejan a su vez de llamar para hacer como que hacen algo, pero con el sano deseo de que les digan que no para dejar el asunto zanjado.
Causa bastante risa ver a periodistas y opinadotes adictos a la llamadita, al favor por lo bajo y al “tú ya me entiendes” instaurados ahora en la flagelación y en la ética, pelética, pelémpempética. Porque está clarísmo, vaya usted a un parque infantil y observe cómo el ser humano, desde fisquito, es agarrado, posesivo y egoísta por naturaleza. Y así seguiremos. Lo próximo sería pincharnos el teléfono a todos a ver si alguno escapa, y no le demos ideas a la SGAE. Mientras tanto, habrá que arreglar esto, porque los enchufes ya ni son lo que eran.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
La gran pira cultural
Cuánta paciencia, martes 22 de septiembre de 2009
Cubanos exilados en Miami destruyen discos de Juanes. Es un verdadero notición, aunque a ustedes no se los parezca. La noticia no es la repulsa a Juanes por parte del exilio cubano, ni que el cantante se decidiera a dar un concierto en un país donde gobierna una dictadura ni nada de eso. La noticia es que encontraran discos para destruir, un milagro en esta era de la crisis discográfica. En la foto no se ve bien, pero da la sensación de que uno de los discos que se destruye con una apisonadora, es un CD-R escrito con un marcador permanente.
Además, en la era de la descarga y del i-tune, y en el futuro próximo del libro digital, ¿qué será de los destructores de cultura?, ¿qué medida de protesta buscarán para escenificar su repulsa contra un creador?
Los nazis, como casi todas las dictaduras, quemaron libros. Cuando John Lennon dijo aquello totalmente cierto de que “ahora mismo, The Beatles son más populares que Jesucristo”, los fundamentalistas cristianos carbonizaron vinilos de los cuatro de Liverpool, y así cada cierto tiempo se organizan destrucciones y quemas de algún objeto cultural.
Todo eso está a punto de acabarse, de la misma manera de que el desarrollo de la técnica está a punto de terminar con la acumulación del objeto cultural. Atrás el romanticismo y viva el orden zen. Preparados para la gran pira cuando el desarrollo digital nos permita tener música, literatura, cine y todo lo que ustedes quieran almacenado en discos duros o lo que sea sin ocupar espacio. Y no se preocupen, que ya se inventarán algo para que llenemos el vacío de nuestros pisos.
Cubanos exilados en Miami destruyen discos de Juanes. Es un verdadero notición, aunque a ustedes no se los parezca. La noticia no es la repulsa a Juanes por parte del exilio cubano, ni que el cantante se decidiera a dar un concierto en un país donde gobierna una dictadura ni nada de eso. La noticia es que encontraran discos para destruir, un milagro en esta era de la crisis discográfica. En la foto no se ve bien, pero da la sensación de que uno de los discos que se destruye con una apisonadora, es un CD-R escrito con un marcador permanente.
Además, en la era de la descarga y del i-tune, y en el futuro próximo del libro digital, ¿qué será de los destructores de cultura?, ¿qué medida de protesta buscarán para escenificar su repulsa contra un creador?
Los nazis, como casi todas las dictaduras, quemaron libros. Cuando John Lennon dijo aquello totalmente cierto de que “ahora mismo, The Beatles son más populares que Jesucristo”, los fundamentalistas cristianos carbonizaron vinilos de los cuatro de Liverpool, y así cada cierto tiempo se organizan destrucciones y quemas de algún objeto cultural.
Todo eso está a punto de acabarse, de la misma manera de que el desarrollo de la técnica está a punto de terminar con la acumulación del objeto cultural. Atrás el romanticismo y viva el orden zen. Preparados para la gran pira cuando el desarrollo digital nos permita tener música, literatura, cine y todo lo que ustedes quieran almacenado en discos duros o lo que sea sin ocupar espacio. Y no se preocupen, que ya se inventarán algo para que llenemos el vacío de nuestros pisos.
martes, 22 de septiembre de 2009
Culo gordo
Cuánta paciencia, lunes 21 de septiembre de 2009
Pues que se ha muerto el creador de ‘Shinchan’, despeñado en un sendero de Japón el pobre hombre cuando practicaba senderismo. Para que luego digan que caminar es sano.
Después de ‘Los Simpsons’, ‘Shinchan’ inauguró la era de los dibujos animados polémicos. Antes pensábamos que eran cándidos y tiernos, para públicos infantiles, como los cómics. Pero no, resulta que los dibujos animados, como los cómics, también buscan su público adulto. ‘Shinchan’ fue fuente de tal polémica que esta misma casa, RadioTelevisiónCanaria, decidió su retirada en lo que no fue más que una maniobra, pues se acaban lo derechos de emisión. Desde mi llegada a esta casa intento que recuperen ‘Shinchan’ sin ningún éxito.
No deja de resultar curioso que cuanta más polémica ven los adultos en unos dibujos animados, más les gusten a los niños. La discusión sobre ‘Shinchan’ se escudaba en las agresiones físicas que el niño sufría de mano de su madre culogordo, pero en realidad queda la sensación de molestaba sobre todo que Sinosuke Nohara, el niño díscolo, enseña el culo, la cuca y tuviera una lógica obsesión por los pechos grandes.
Porque seguimos siendo sexualmente retrógrados, incapaces de hablar de forma abierta y clara sobre el sexo sin montar una polémica al respecto. Con tantas carencias, plantearle dudas a la ley del Aborto suena a obscenidad, incluso a insulto. Dejemos libertad de acción y también empecemos a hablar de sexo de manera clara y explícita, sobre todo en las escuelas. Al final que ‘Shinchan’ haga el elefante importará poco. Y nuestro recuerdo cariñoso para el gran Yoshito Usui y por todo lo que nos hace reír con su niño disparatado.
Pues que se ha muerto el creador de ‘Shinchan’, despeñado en un sendero de Japón el pobre hombre cuando practicaba senderismo. Para que luego digan que caminar es sano.
Después de ‘Los Simpsons’, ‘Shinchan’ inauguró la era de los dibujos animados polémicos. Antes pensábamos que eran cándidos y tiernos, para públicos infantiles, como los cómics. Pero no, resulta que los dibujos animados, como los cómics, también buscan su público adulto. ‘Shinchan’ fue fuente de tal polémica que esta misma casa, RadioTelevisiónCanaria, decidió su retirada en lo que no fue más que una maniobra, pues se acaban lo derechos de emisión. Desde mi llegada a esta casa intento que recuperen ‘Shinchan’ sin ningún éxito.
No deja de resultar curioso que cuanta más polémica ven los adultos en unos dibujos animados, más les gusten a los niños. La discusión sobre ‘Shinchan’ se escudaba en las agresiones físicas que el niño sufría de mano de su madre culogordo, pero en realidad queda la sensación de molestaba sobre todo que Sinosuke Nohara, el niño díscolo, enseña el culo, la cuca y tuviera una lógica obsesión por los pechos grandes.
Porque seguimos siendo sexualmente retrógrados, incapaces de hablar de forma abierta y clara sobre el sexo sin montar una polémica al respecto. Con tantas carencias, plantearle dudas a la ley del Aborto suena a obscenidad, incluso a insulto. Dejemos libertad de acción y también empecemos a hablar de sexo de manera clara y explícita, sobre todo en las escuelas. Al final que ‘Shinchan’ haga el elefante importará poco. Y nuestro recuerdo cariñoso para el gran Yoshito Usui y por todo lo que nos hace reír con su niño disparatado.
sábado, 19 de septiembre de 2009
¿Qué son los solteros?
Cuánta paciencia, viernes, 18 de septiembre de 2009
Estimadas todas, a partir de hoy, y para hacer más atractivo el tema, le voy a poner un titulito a los 'Cuántas paciencias' que voy subiendo a este blob de Job. Como deberían saber, de lunes a viernes, sobre las cinco y cinco de la tarde, hago una columna llamada 'Cuánta paciencia' (que Johnny Daswani, productor de Deportes de la radio, lo dice de manera muy graciosa en italiano) en el programa 'Roscas y cotufas' del gran Kiko Barroso., columnas intento subir al blog después de radiarlas.
La gente no se divorcia, pero tampoco se casa, y todo dicen que es por la crisis, que tiene la culpa de todito. Qué amor ni que amor, oiga, las perras son lo importante. Eso lo dicen las estadísticas, que los divorcios bajaron un 12% en 2008 con respecto al año anterior, también baja la cantidad de matrimonios, con lo que queda ahí un limbo de solteros que ni está casado ni divorciado y encima, acosado por la crisis económica. Los solteros son los nuevos viernes, como ese fantástico gag de la película ‘Pagafantas’, que uno le dice al otro: “Los miércoles son los nuevos viernes”, y el otro responde: “Si los miércoles son los nuevos viernes y los jueves son los nuevos sábados, entonces, ¿qué son los sábados?”, pues eso, si hay menos divorcios pero la gente se casa menos, entonces, ¿qué son los solteros?
Un interesante reportaje en el periódico ‘El País’ de hoy viernes recoge crudos testimonios de parejas rotas que siguen viviendo juntas por esta cosa de pagar la hipoteca. En España no sabemos romper una pareja, igual que no sabemos pedir las cosas por favor ni saludar con elegancia. En España no somos Islandia, donde un niño de padres separados celebra su cumpleaños tan ricamente con la asistencia de su madre, la pareja de su madre, su padre, la pareja de su padre, otra pareja que tuvo su padre con la que ya no sale, y así un largo etcétera, tan largo que haría palidecer de envidia al arbol genealógico de relaciones de Belén Esteban.
Por eso, en España deberíamos inventarnos un nuevo tipo de relación humana que combine la colaboración económica con un cierto cariñito cercano. Algo así como unos compañeros de piso en una gran ciudad, donde el precio de los alquileres obliga a rentar habitaciones en lugar de apartamentos. Pero resulta que los españoles somos como somos, y en lugar de organizar una sana convivencia volcada en el interés económico, al segundo día ya estaríamos peleando por ver quién se comió un paquete de salchichas que estaba en la nevera. De nuevo, el tenebroso influjo de Belén Esteban.
Estimadas todas, a partir de hoy, y para hacer más atractivo el tema, le voy a poner un titulito a los 'Cuántas paciencias' que voy subiendo a este blob de Job. Como deberían saber, de lunes a viernes, sobre las cinco y cinco de la tarde, hago una columna llamada 'Cuánta paciencia' (que Johnny Daswani, productor de Deportes de la radio, lo dice de manera muy graciosa en italiano) en el programa 'Roscas y cotufas' del gran Kiko Barroso., columnas intento subir al blog después de radiarlas.
La gente no se divorcia, pero tampoco se casa, y todo dicen que es por la crisis, que tiene la culpa de todito. Qué amor ni que amor, oiga, las perras son lo importante. Eso lo dicen las estadísticas, que los divorcios bajaron un 12% en 2008 con respecto al año anterior, también baja la cantidad de matrimonios, con lo que queda ahí un limbo de solteros que ni está casado ni divorciado y encima, acosado por la crisis económica. Los solteros son los nuevos viernes, como ese fantástico gag de la película ‘Pagafantas’, que uno le dice al otro: “Los miércoles son los nuevos viernes”, y el otro responde: “Si los miércoles son los nuevos viernes y los jueves son los nuevos sábados, entonces, ¿qué son los sábados?”, pues eso, si hay menos divorcios pero la gente se casa menos, entonces, ¿qué son los solteros?
Un interesante reportaje en el periódico ‘El País’ de hoy viernes recoge crudos testimonios de parejas rotas que siguen viviendo juntas por esta cosa de pagar la hipoteca. En España no sabemos romper una pareja, igual que no sabemos pedir las cosas por favor ni saludar con elegancia. En España no somos Islandia, donde un niño de padres separados celebra su cumpleaños tan ricamente con la asistencia de su madre, la pareja de su madre, su padre, la pareja de su padre, otra pareja que tuvo su padre con la que ya no sale, y así un largo etcétera, tan largo que haría palidecer de envidia al arbol genealógico de relaciones de Belén Esteban.
Por eso, en España deberíamos inventarnos un nuevo tipo de relación humana que combine la colaboración económica con un cierto cariñito cercano. Algo así como unos compañeros de piso en una gran ciudad, donde el precio de los alquileres obliga a rentar habitaciones en lugar de apartamentos. Pero resulta que los españoles somos como somos, y en lugar de organizar una sana convivencia volcada en el interés económico, al segundo día ya estaríamos peleando por ver quién se comió un paquete de salchichas que estaba en la nevera. De nuevo, el tenebroso influjo de Belén Esteban.
viernes, 18 de septiembre de 2009
Cuánta paciencia, jueves, 17 de septiembre de 2009
Los parados no quieren trabajar, claro, ¿cómo va a querer trabajar alguien a quien le pagan por no hacerlo? Es una exageración y es cierto que hay muchísimos parados con problemas, no sé si tantos como parados carotas. Con esto de la crisis, y viendo según qué reportajes y según qué crónicas, parecía que los parados eran algo así como los nuevos héroes de nuestro tiempo, por esa sempiterna tendencia a la lagrimita fácil que tienen los periodistas con escaso rodaje intelectual.
Pero no, resulta que hay muchos parados carotas, y también muchos carotas especializados en conocerse todas las ayudas, pagas y perras que suelta la institución pública de turno. Una persona, si no tiene que pagar casa, si no cuenta con demasiadas cargas familiares y carece de grandes vicios, puede vivir con muy poco dinero al mes, con tan poco como el que provee una paguita cualquiera. Y así cualquier ser humano te puede contar, a tu cara de currante, que ahora cobra un subsidio de desempleo, que luego cobrará el de parado de larga duración, que luego pasará a cobrar el de parado de más de no sé cuántos años, y que luego se jubilará, con eso y con lo que saque de algún cancameishon, pues no necesita nada más. Y te lo dice a ti, que con parte de tu sueldo le estás sufragando sus subsidios. En vez de quejarte, cambias de conversación antes de asesinarlo. Y así, unos cuantos más, como los centenares de sujetos en el paro que ahora mismo rechazan cursos de inserción y nuevos trabajo en servicios de mantenimiento, la noticia del día.
¿Para qué matarse trabajando mientras dure la paguita y te dé para un par de cervezas al día y ver el fútbol gratis en el bar de abajo? Esa es la idea, quitarle todas las perras que podamos al estado y que viva el trabajo subterráneo y el dinero negro. Y luego nos vamos quejando de estos políticos, que son unos carotas. Mejor que no se organice un concurso de carotas.
Pero no, resulta que hay muchos parados carotas, y también muchos carotas especializados en conocerse todas las ayudas, pagas y perras que suelta la institución pública de turno. Una persona, si no tiene que pagar casa, si no cuenta con demasiadas cargas familiares y carece de grandes vicios, puede vivir con muy poco dinero al mes, con tan poco como el que provee una paguita cualquiera. Y así cualquier ser humano te puede contar, a tu cara de currante, que ahora cobra un subsidio de desempleo, que luego cobrará el de parado de larga duración, que luego pasará a cobrar el de parado de más de no sé cuántos años, y que luego se jubilará, con eso y con lo que saque de algún cancameishon, pues no necesita nada más. Y te lo dice a ti, que con parte de tu sueldo le estás sufragando sus subsidios. En vez de quejarte, cambias de conversación antes de asesinarlo. Y así, unos cuantos más, como los centenares de sujetos en el paro que ahora mismo rechazan cursos de inserción y nuevos trabajo en servicios de mantenimiento, la noticia del día.
¿Para qué matarse trabajando mientras dure la paguita y te dé para un par de cervezas al día y ver el fútbol gratis en el bar de abajo? Esa es la idea, quitarle todas las perras que podamos al estado y que viva el trabajo subterráneo y el dinero negro. Y luego nos vamos quejando de estos políticos, que son unos carotas. Mejor que no se organice un concurso de carotas.
jueves, 17 de septiembre de 2009
'Cuanta paciencia', miércoles, 16 de septiembre de 2009
Ay la juventud, que está loca perdida. Después de los sucesos de Pozuelo o no me acuerdo de dónde, ahora volvemos con el rollo de que los jóvenes de hoy en día están fatal, que son unos descarriados, que están entregados a las drogas y el fornicio, que no respetan la autoridad de sus mayores y que no piden las cosas por favor.
Qué cosas, más o menos las críticas de cada generación. Todos aquellos que gritan ahora contra la juventud deberían de hacérselo mirar, sobre todo plantear la pregunta clave de ¿en qué momento dejé de ser yo objeto de la crítica contra la juventud para convertirme en criticón de la juventud? O sea, que la verdadera manera de descubrir a un pureta intransigente es comprobar el nivel de sus críticas contra esta generación joven.
En los sesenta era por los yeyés y la minifalda; en los setenta por la música disco, los pantalones de campana y el punk; en los ochenta por las hombreras y techno pop; en los noventa por la música electrónica y en esta década, que todavía no sabemos cómo se llama y ya se está acabando, porque están definitivamente mal y no hay manera de meterlos en el redil. Por ahí corre una cita de una inscripción creo que de la Mesopotamia, obra de un mesopotamio de un montón de siglos antes de Cristo, que decía algo así que lo de la juventud no se podía tolerar porque no respetaban a sus mayores y todo eso. Hace tres mil años y seguimos con el mismo rollo, sin entender que cada generación de jóvenes tiene la obligación de tocarle las narices a sus mayores, que la juventud siempre tiene un exceso de energía y rebeldía que debe aplicar en algún lado, y sobre todo que los jóvenes responden de maravilla cuando se les trata con respeto. Mientras tanto, tenemos bula durante un par de semanas para repetirlo una y otra vez, con esta juventud de hoy en día es que no se puede. Oiga, lo mismito que dijeron sus padres de usted mismo.
Qué cosas, más o menos las críticas de cada generación. Todos aquellos que gritan ahora contra la juventud deberían de hacérselo mirar, sobre todo plantear la pregunta clave de ¿en qué momento dejé de ser yo objeto de la crítica contra la juventud para convertirme en criticón de la juventud? O sea, que la verdadera manera de descubrir a un pureta intransigente es comprobar el nivel de sus críticas contra esta generación joven.
En los sesenta era por los yeyés y la minifalda; en los setenta por la música disco, los pantalones de campana y el punk; en los ochenta por las hombreras y techno pop; en los noventa por la música electrónica y en esta década, que todavía no sabemos cómo se llama y ya se está acabando, porque están definitivamente mal y no hay manera de meterlos en el redil. Por ahí corre una cita de una inscripción creo que de la Mesopotamia, obra de un mesopotamio de un montón de siglos antes de Cristo, que decía algo así que lo de la juventud no se podía tolerar porque no respetaban a sus mayores y todo eso. Hace tres mil años y seguimos con el mismo rollo, sin entender que cada generación de jóvenes tiene la obligación de tocarle las narices a sus mayores, que la juventud siempre tiene un exceso de energía y rebeldía que debe aplicar en algún lado, y sobre todo que los jóvenes responden de maravilla cuando se les trata con respeto. Mientras tanto, tenemos bula durante un par de semanas para repetirlo una y otra vez, con esta juventud de hoy en día es que no se puede. Oiga, lo mismito que dijeron sus padres de usted mismo.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
'Cuánta paciencia', martes 15 de septiembre de 2009
La mejor noticia de la semana por ahora es el anuncio de Trinidad Jiménez, la autora del Trinimaratón, de que se va a prohibir fumar en cualquier lugar público, sobre todo en locales como bares, restaurantes y demás espacios de ocio y humo. Bien, ministra, bien. Rajoy, que es fumador de puros, según muchas crónicas, incluso en su despacho de trabajo, lo que lo convierte en una persona ilegal, ya reaccionó: “Al final, el que fume se va a tener que ir al Océano Atlántico”. Rajoy es así, en la campaña se inventó la niña y dijo que él estaba con la gente que se despierta cada día a las seis de la mañana, pero resulta que Mariano se levanta a las ocho, o sea, que menos apoyar y más predicar con el ejemplo, que son dos horas de diferencia.
Todos los no fumadores estamos contentísimos con las medidas antitabaco. Es sencillo, no hay nada peor para alguien que aborrezca el tabaco que le obliguen a fumar y que le hagan que toda su persona apeste a cigarrillo. El tabaco es así, hediondo, apestoso e invasivo. Si el fumar no echara humo, a los no fumadores nos importaría un pito que la gente hiciera el idiota metiéndose humo en los pulmones. Pero resulta que fumar huele, más bien apesta, y pagamos todos las consecuencias del vicio de unos pocos.
La medida no es extrema, es justa y bastante democrática, pero a ver cómo la van a aplicar porque si hay personas pesadas, adictas e insistentes, esas son los fumadores. Y no se preocupe, porque todos los fumadores están convencidos de que son personas educadas, que controlan su vicio y que hasta piden permiso para fumar, ja, ja. Pero ministra, estamos contigo, a ver si conseguimos que todos los fumadores se vayan al Océano Atlántico y sí, también Rajoy, también Rajoy.
Todos los no fumadores estamos contentísimos con las medidas antitabaco. Es sencillo, no hay nada peor para alguien que aborrezca el tabaco que le obliguen a fumar y que le hagan que toda su persona apeste a cigarrillo. El tabaco es así, hediondo, apestoso e invasivo. Si el fumar no echara humo, a los no fumadores nos importaría un pito que la gente hiciera el idiota metiéndose humo en los pulmones. Pero resulta que fumar huele, más bien apesta, y pagamos todos las consecuencias del vicio de unos pocos.
La medida no es extrema, es justa y bastante democrática, pero a ver cómo la van a aplicar porque si hay personas pesadas, adictas e insistentes, esas son los fumadores. Y no se preocupe, porque todos los fumadores están convencidos de que son personas educadas, que controlan su vicio y que hasta piden permiso para fumar, ja, ja. Pero ministra, estamos contigo, a ver si conseguimos que todos los fumadores se vayan al Océano Atlántico y sí, también Rajoy, también Rajoy.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Cuánta paciencia, lunes, 14 de septiembre de 2009
Los socialistas también son empresarios y también velan por los intereses de sus negocios con llamadas a otros políticos, aunque sean de partidos contrarios y enfrentados. Como bien dicen los liberales, al final el mercado puede con todo, incluso con las diferencias políticas. Pero el mercado, a pesar de los ultra liberales, se debe atener a una serie de leyes más allá de la oferta y la demanda, porque si dejamos el mercado bajo el simple control del ser humano, avaricioso y torpe, estaríamos aviados.
Esas leyes que controlan el mercado las crean y ejecutan los políticos. Ahí tenemos otro problema porque como seres humanos, los políticos también tienden a caer en la avaricia y la torpeza. Pero luego tenemos todavía un problema peor: cuando la acción política sustituye al mercado, y cuando la inversión pública se convierte en el principal motor económico. En Canarias pasa mucho, quizá demasiado. Parece que es imposible mover la gestión cultural en Canarias, por ejemplo, sin el apoyo público. Y también parece que es imposible que ocurra algo en Canarias sin que se cruce algún cargo público de por medio. Por una suerte de aberración democrática que todos aceptamos, los cargos públicos manejan su labor en una actitud más de empresario que de político. El político democrático debe velar por los derechos de todos sus ciudadanos, no de aquellos que conocen su número de teléfono. Pero el ciudadano medio también debería actuar como si no conociera ningún número de teléfono de ningún cargo público, como si respetara esos derechos comunes y universales.
Por desgracia, no es así, y además de señalar a los políticos que entienden que su acción pública consiste en “conceder favores”, deberíamos darnos un meneo antes de lanzar la primera piedra, porque quien más quien menos, todos somos capaces de levantar un teléfono cuando un favor hace falta, y eso no es nada democrático.
Esas leyes que controlan el mercado las crean y ejecutan los políticos. Ahí tenemos otro problema porque como seres humanos, los políticos también tienden a caer en la avaricia y la torpeza. Pero luego tenemos todavía un problema peor: cuando la acción política sustituye al mercado, y cuando la inversión pública se convierte en el principal motor económico. En Canarias pasa mucho, quizá demasiado. Parece que es imposible mover la gestión cultural en Canarias, por ejemplo, sin el apoyo público. Y también parece que es imposible que ocurra algo en Canarias sin que se cruce algún cargo público de por medio. Por una suerte de aberración democrática que todos aceptamos, los cargos públicos manejan su labor en una actitud más de empresario que de político. El político democrático debe velar por los derechos de todos sus ciudadanos, no de aquellos que conocen su número de teléfono. Pero el ciudadano medio también debería actuar como si no conociera ningún número de teléfono de ningún cargo público, como si respetara esos derechos comunes y universales.
Por desgracia, no es así, y además de señalar a los políticos que entienden que su acción pública consiste en “conceder favores”, deberíamos darnos un meneo antes de lanzar la primera piedra, porque quien más quien menos, todos somos capaces de levantar un teléfono cuando un favor hace falta, y eso no es nada democrático.
Cuánta paciencia, viernes, 11 de septiembre de 2009
¿Es posible hablar mal de The Beatles, buscarle fallos, achacarle algún desliz? Desde un criterio musical es imposible, igual que es imposible meterse con Beethoven o acabar con la importancia de Don Omar en el lanzamiento del reguetón, estilo por fortuna reconvertido y ya demodé. Pero gracias a la actual fiebre Beatle afloran las voces en contra de The Beatles, como es habitual, en forma de grupo de Facebook y en la pluma de algún periodista con ganas de perder el tiempo y de hacer un poco el ridículo. Son periodistas británicos para más señas, porque los periodistas españoles están más pendientes de Belén Estaban, de las medidas cautelaras, de su hija o de una montaña canaria con nombre de vacilón.
Hay varias cosas que sí se pueden achacar a The Beatles o a su entorno. Por ejemplo, la racanería con la que se maneja su legado, como demuestra que ahora, en plena muerte del CD, se decidan a lanzar sus discos remasterizados, que ya les vale. O que su sombra alargadísima impida, a muchos de sus oyentes aburridos, conocer otros grandes grupos de la invasión británica, empezando por sus rivales, The Rolling Stones, o por los simples y embelesadores The Kinks, en un listado del que podríamos estar media hora diciendo nombres.
Pero el único problema de criticar a The Beatles es que ellos mismos lo hicieron antes, lo hizo John Lennon, en una entrevista poco cantes de morir asesinado, donde expresó sus dudas sobre todas y cada una de las canciones de The Beatles. Lennon, eterno inconformista, uno de los verdaderos genios globales de nuestro tiempo, fue capaz de ponerle un matiz a prácticamente todo el legado de doscientas y pico canciones de los cuatro chicos de Liverpool, criticó las composiciones de su amigo y rival Paul McCartney y fue especialmente duro con sus propias obras. Esa capacidad de autocrítica, poco habitual, créanme, en la creación musical moderna, es otro de esos detalles que los convierte en los más grandes de la historia. Así que a escuchar, a divertirse y a dejarse de bobadas.
Hay varias cosas que sí se pueden achacar a The Beatles o a su entorno. Por ejemplo, la racanería con la que se maneja su legado, como demuestra que ahora, en plena muerte del CD, se decidan a lanzar sus discos remasterizados, que ya les vale. O que su sombra alargadísima impida, a muchos de sus oyentes aburridos, conocer otros grandes grupos de la invasión británica, empezando por sus rivales, The Rolling Stones, o por los simples y embelesadores The Kinks, en un listado del que podríamos estar media hora diciendo nombres.
Pero el único problema de criticar a The Beatles es que ellos mismos lo hicieron antes, lo hizo John Lennon, en una entrevista poco cantes de morir asesinado, donde expresó sus dudas sobre todas y cada una de las canciones de The Beatles. Lennon, eterno inconformista, uno de los verdaderos genios globales de nuestro tiempo, fue capaz de ponerle un matiz a prácticamente todo el legado de doscientas y pico canciones de los cuatro chicos de Liverpool, criticó las composiciones de su amigo y rival Paul McCartney y fue especialmente duro con sus propias obras. Esa capacidad de autocrítica, poco habitual, créanme, en la creación musical moderna, es otro de esos detalles que los convierte en los más grandes de la historia. Así que a escuchar, a divertirse y a dejarse de bobadas.
Cuánta paciencia, jueves, 10 de septiembre de 2009
¿Cuánto vale una montaña? Es una pregunta que tiene un toque infantil, igual que cómo se forma el cielo y qué diferencia hay entre rápido y muy rápido. Hay personas que son capaces de saber lo que vale una montaña, en concreto hay muchas personas que dicen que una montaña vale tanto. Luego ustedes pueden liarse a interpretar el valor de esa montaña como les dé la gana. Darle valor a algo significa tasar. El tema de las tasaciones está muy de moda, aunque antes pensábamos que se quedaba solo en el asunto de los pisos, cuando las hipotecas disparatadas y las tasaciones por encima del precio de compra, ¿se acuerdan de aquellos tiempos felices y alocados?
Las montañas son aburridas. Algunas se pueden subir y bajar, otras pueden ser hasta famosas, pero no hay nada más tonto que mirar montañas. Así que solo podemos darle todo nuestro cariño a los responsables de tasar la puñetera montaña de Tebeto. La montaña de Tebeto está definitivamente gafada. De entrada, nadie quería el proyecto de Tindaya obra del monumental Chillida, a pesar de que era una montaña perdida en Fuerteventura, pero en Canarias somos así, de un ánimo ecológico pejigüera inversamente proporcional a nuestra capacidad de reciclaje de basuras.
Luego la cosa siguió liándose hasta lo requeteúltimo, que el Gobierno de Canarias le tiene que pagar una pasta a la empresa que pensaba hacer de la puñetera montaña de Tebeto una cantera, o eso dicen ellos, en lugar de un proyecto monumental, como se le ocurrió a uno. La montaña de Tebeto, un lugar perdido en medio de Fuerteventura, tasado y correctamente tasado, que resulta que cuesta una pasta. Una montaña convertida en herramienta política y motivo de declaraciones disparatadas, líos varios y hasta tema de columna radiofónica; es imposible encontrar un símil mejor de la constante tontería en la que nos vemos envueltos.
Las montañas son aburridas. Algunas se pueden subir y bajar, otras pueden ser hasta famosas, pero no hay nada más tonto que mirar montañas. Así que solo podemos darle todo nuestro cariño a los responsables de tasar la puñetera montaña de Tebeto. La montaña de Tebeto está definitivamente gafada. De entrada, nadie quería el proyecto de Tindaya obra del monumental Chillida, a pesar de que era una montaña perdida en Fuerteventura, pero en Canarias somos así, de un ánimo ecológico pejigüera inversamente proporcional a nuestra capacidad de reciclaje de basuras.
Luego la cosa siguió liándose hasta lo requeteúltimo, que el Gobierno de Canarias le tiene que pagar una pasta a la empresa que pensaba hacer de la puñetera montaña de Tebeto una cantera, o eso dicen ellos, en lugar de un proyecto monumental, como se le ocurrió a uno. La montaña de Tebeto, un lugar perdido en medio de Fuerteventura, tasado y correctamente tasado, que resulta que cuesta una pasta. Una montaña convertida en herramienta política y motivo de declaraciones disparatadas, líos varios y hasta tema de columna radiofónica; es imposible encontrar un símil mejor de la constante tontería en la que nos vemos envueltos.
Cuanta paciencia miércoles 9 de septiembre de 2009
Hola, corazones. Inicio la publicación periódica de mis columnas radiofónicas 'Cuanta paciencia', que de lunes a viernes se emiten a partir de las 17:00 horas en el programa 'Roscas y cotufas' del fantástico Kiko Barroso, en CanariasRadio, la Autonómica.
Les pongo la columna del pasado miércoles, luego iré subiendo las del resto de la semana pasada para termianr con la de hoy lunes. Cada día intentaré subir con puntualidad la columna después de su emisión en la radio.
Canarias es una divina tierra inmaculada donde la gente ni hace la caidita de Roma al aire libre ni se emborracha en las grandes celebraciones típicas. Canarias es el nuevo paraíso donde los horteras no van a la playa. En Canarias para ir a la playa te piden al menos una licenciatura, un máster en una universidad extranjera y varias publicaciones en revistas científicas de prestigio. Las celebraciones romeras en Canarias son una gratificante demostración de tipismo, una suerte de gigantesca obra folclórico-musical donde todo el mundo sabe convenientemente qué debe hacer, qué estrofa toca cantarle a la virgen de turno, qué traje debe vertirse y que se debe beber, o mejor, qué se debe no beber.
¿Y qué me dicen de esos parajes virginales, como las dunas de Maspalomas o la playa de Las Gaviotas, donde se organizan animadas tertulias filosóficas en las que se vislumbran las dudas sobre un concepto fundamental, como es la misma idea de Canarias como un todo, un colectivo unido y perfectamente vertebrado que tiene un enemigo común: la televisión?
Bienvenidos al mundo de los reportajes en directo y del todo vale por la audiencia en Televisión, en especial si ese todo es enseñar muslo y pechuga. En la pantalla nos gusta ver lo más escabroso y espectacular, pero no nos gusta ver la parte más escabrosa y espectacular de lo nuestro. Porque si nos dejamos llevar por esos aficionados al rasgamiento de vestiduras que ahora afloran en el Archipieálgo, no hay sexo en la playa de Maspalomas, en las romerías nadie se emborracha ni se droga, qué va, y a las playas canarias solo acuden gentes de elevada catadura moral, intelectual y educativa. Dicen que es mala imagen para estas islas, pero la mala imagen la dan las estadísticas, donde estamos los primeros de lo malo y los últimos de lo bueno, y no cuatro reportajes tontos de televisión.
Les pongo la columna del pasado miércoles, luego iré subiendo las del resto de la semana pasada para termianr con la de hoy lunes. Cada día intentaré subir con puntualidad la columna después de su emisión en la radio.
Canarias es una divina tierra inmaculada donde la gente ni hace la caidita de Roma al aire libre ni se emborracha en las grandes celebraciones típicas. Canarias es el nuevo paraíso donde los horteras no van a la playa. En Canarias para ir a la playa te piden al menos una licenciatura, un máster en una universidad extranjera y varias publicaciones en revistas científicas de prestigio. Las celebraciones romeras en Canarias son una gratificante demostración de tipismo, una suerte de gigantesca obra folclórico-musical donde todo el mundo sabe convenientemente qué debe hacer, qué estrofa toca cantarle a la virgen de turno, qué traje debe vertirse y que se debe beber, o mejor, qué se debe no beber.
¿Y qué me dicen de esos parajes virginales, como las dunas de Maspalomas o la playa de Las Gaviotas, donde se organizan animadas tertulias filosóficas en las que se vislumbran las dudas sobre un concepto fundamental, como es la misma idea de Canarias como un todo, un colectivo unido y perfectamente vertebrado que tiene un enemigo común: la televisión?
Bienvenidos al mundo de los reportajes en directo y del todo vale por la audiencia en Televisión, en especial si ese todo es enseñar muslo y pechuga. En la pantalla nos gusta ver lo más escabroso y espectacular, pero no nos gusta ver la parte más escabrosa y espectacular de lo nuestro. Porque si nos dejamos llevar por esos aficionados al rasgamiento de vestiduras que ahora afloran en el Archipieálgo, no hay sexo en la playa de Maspalomas, en las romerías nadie se emborracha ni se droga, qué va, y a las playas canarias solo acuden gentes de elevada catadura moral, intelectual y educativa. Dicen que es mala imagen para estas islas, pero la mala imagen la dan las estadísticas, donde estamos los primeros de lo malo y los últimos de lo bueno, y no cuatro reportajes tontos de televisión.
domingo, 13 de septiembre de 2009
CATH: la virtud de la diversidad
Vivimos una de las mejores épocas de la música alternativa en Canarias, por no decir la mejor. Eso se lo defiendo a usted en un duelo a espada si hace falta. Jamás tantos proyectos alternativos canarios contaron con tanta proyección exterior, jamás tuvimos artistas de impacto alternativo internacional (sí, El Guincho), y todo eso en un momento en el que veteranos de la escena (Ataúd, Coquillos, Pista Búlgara) saben mantenerse en activo con algo más que dignidad. Pero la mayor virtud actual de sonido macaronésico es la tremenda variedad: salen grupos como setas y salvo algunos repentizadores que todavía le están pillando el truco, todos esos grupo son diferentes, de su mami y de su papi.
La edición de Canarias at the Hotel fue una buena muestra de esa diversidad biológica. Si quizá pecó de algo de falta de riesgo en su programación de grupos nacionales, donde primaron los sonidos del pasado, en la selección regional optaron por el asunto heterogéneo. Esta crónica, volcada en la edición del pasado sábado 12 de septiembre porque el 11 al menda le fue imposible acudir, demuestra la tesis de partida, que para algo el blog, la tesis y la crónica son mías.
Canarias at the Hotel (CATH) es una cita que toma un hotel al asalto y lo llena de actividades diversas: conciertos y sesiones de selectores en la piscina, catas de vinos en un jardín con aderezo de la comida paquistaní del señor Tariq (que si se monta un catering paqui, se forra), toda una planta con habitaciones temáticas dedicadas a exposiciones y a muestras de sellos discográficos, y tres espacios para la música en horario nocturno: conciertos, Honky Tonk (para sesiones más o menos pop, que fue más bien menos) y electrónico. Así lució el decadente hotel Panorámica Garden de Los Realejos en Tenerife. No se puede pedir más para un fin de semana completo pues incluso permitía a los asistentes que lo pagaran alquilar habitación. La oferta era jugosa, y solo la ubicación en fechas, no del todo acertada, y también la lejanía del hotel del área metropolitana de Tenerife, donde se concentra más de la mitad de la población de la isla, evitaron un reventón; pero gente para disfrutar y para hacer ambiente había y de sobra.
Del viernes, las ojeras y sonrisas del mediodía siguiente contaban que fue delirante; todos hablaban del directo trepidante de Los Coronas, grupo al que este comentarista le reconoce la pericia instrumental y el gamberrismo, a la vez que les intenta comprender el por qué de tanta atención y éxito para una banda que no deja de hacer surf instrumental, con todo lo que ello supone (que al cuarto tema esté prácticamente todo dicho). El sábado, las ojeras y sonrisas estaban aún más contentas tras la fantástica cata de vinos canarios comandada por Sergio Santos, el sumiller rockabilly, y su equipo. Luego era cuestión de dejarse caer por la piscina donde Robles y Ledesma, Two Mierda DJ, estábamos en nuestro mano a mano particular, tema uno tema otro, y riéndonos un rato. Pena que nos olvidáramos de comentar los cortes en vivo, que esa era la idea, porque a ingenio no hay quién nos gane… o puede que sí.
La ración de Saturday’s Afternoon Lives la abrió Nicotine Swing, primer ejemplo de que quedan pocos estilos en Canarias que no tengan su referente en grupo: gipsy jazz en un grupo que suena a disco de pizarra, con dos guitarras, contrabajo y acordeón: varios componentes de los excitantes Karlovy Vary en la formación, pericia técnica, repertorio algo obvio en algunas versiones pero sensación de buen rollo y muchas ganas de buscar pareja de baile.
Para la noche, después de que Carlos Gamonal y Oliver Behrmann se inventaran la autopsia de un alien de gominola (los pulmones eran sendos trozos de foie, no se lo pierdan) y de la danza de Roberto Torres, que todo el mundo venía como extasiado, el papelón de abrir directos fue para COMSAT, uno de los grupos vencedores del concurso de bandas del CATH. No había mucha gente y los de Pablo nunca entraron en materia. Lo curioso es que, a pesar de las adversidades, una de las promesas más rimbombantes de la temporada alterativa isleña sonó como un cañón. COMSAT son un ejemplo de cómo mover a tu grupo: curro, llamadas y cuando nadie te hace un concierto, te lo montas tú. Es de los pocos grupos que voluntariamente y sin pedírselo mandó por iniciativa propia su maqueta al programa del menda: ‘Canarias ruido’, algo que dice mucho de COMSAT y sobre todo del pasotismo y la falta de profesionalidad con la que se mueven el 75% de los grupos en Canarias: ¿tiene sentido que un grupo se presente a tocar en un festival donde hay sellos, artistas y promotores de la Península, además de público interesado en tu música, sin una puñetera maqueta encima? Pues por desgracia, esa es la norma.
Cumbia Ebria fueron los triunfadores de la noche: cumbia casposa, corridos, sonidos balcánicos, disparates varios y sobre todo unas insanas ganas de montar el pollo. Seis cafres desde Lanzarote que se lo pasan de muerte sobre el escenario y que igual le regalan una botella del licor al respetable (“La queremos de vuelta, pero vacía”, dijeron) o montan una conga con el público. En algunos momentos suenan trasnochados y se lían bastante con las estructuras de las canciones, pero son excelentes músicos y sobre todo son unos grandísimos payasos (yo le tengo muchísimo respeto al término payaso, me encanta la gente que hace el payaso y este mundo iría mejor si hiciéramos más payasadas). Hacía mucho tiempo que no me reía a carcajadas en un concierto canario por la intención del grupo de hacerme reír, no por su desastre artístico.
Lo de Indier es un hecho casi metafísico: el primer grupo canario con look, como los bautizó Carlos Robles. Pues sí, un grupo que se viste para subir al escenario, acaba el concierto y sale en chándal a tomarse una cerveza. Lo del vestuario fue motivo de debate: ¿dónde se comprarán esa ropa? Este Ledesma concluyó que se la cogieron a sus padres. Indier practican el primer rock progresivo de la segunda mitad de los sesenta, se miran en Jimi Hendrix aunque a veces terminen pareciéndose a Iron Butterfly. Y van vestidos precisamente de eso, como si alguien abriera una cápsula del tiempo fechada en San Francisco, año 1969. Tienden a ser repetitivos pero se notan que están absolutamente convencidos de la contundencia de su propuesta. Al sonido, aunque correcto, le faltó peso y rotundidad. Otra muestra más de diversidad canaria.
La parte fuerte de la noche llegaba con Sex Museum: profesionalidad, sonidazo, actitud, imagen… y pare usted de contar. Uno de los mejores músicos canarios en activo los sentenció al tercer tema: “No todo puede ser actitud, la música siempre debe ser lo más importante”. Rigurosamente cierto, a pesar de su veteranía, dejaron la sensación de que les faltan canciones.
La edición de Canarias at the Hotel fue una buena muestra de esa diversidad biológica. Si quizá pecó de algo de falta de riesgo en su programación de grupos nacionales, donde primaron los sonidos del pasado, en la selección regional optaron por el asunto heterogéneo. Esta crónica, volcada en la edición del pasado sábado 12 de septiembre porque el 11 al menda le fue imposible acudir, demuestra la tesis de partida, que para algo el blog, la tesis y la crónica son mías.
Canarias at the Hotel (CATH) es una cita que toma un hotel al asalto y lo llena de actividades diversas: conciertos y sesiones de selectores en la piscina, catas de vinos en un jardín con aderezo de la comida paquistaní del señor Tariq (que si se monta un catering paqui, se forra), toda una planta con habitaciones temáticas dedicadas a exposiciones y a muestras de sellos discográficos, y tres espacios para la música en horario nocturno: conciertos, Honky Tonk (para sesiones más o menos pop, que fue más bien menos) y electrónico. Así lució el decadente hotel Panorámica Garden de Los Realejos en Tenerife. No se puede pedir más para un fin de semana completo pues incluso permitía a los asistentes que lo pagaran alquilar habitación. La oferta era jugosa, y solo la ubicación en fechas, no del todo acertada, y también la lejanía del hotel del área metropolitana de Tenerife, donde se concentra más de la mitad de la población de la isla, evitaron un reventón; pero gente para disfrutar y para hacer ambiente había y de sobra.
Del viernes, las ojeras y sonrisas del mediodía siguiente contaban que fue delirante; todos hablaban del directo trepidante de Los Coronas, grupo al que este comentarista le reconoce la pericia instrumental y el gamberrismo, a la vez que les intenta comprender el por qué de tanta atención y éxito para una banda que no deja de hacer surf instrumental, con todo lo que ello supone (que al cuarto tema esté prácticamente todo dicho). El sábado, las ojeras y sonrisas estaban aún más contentas tras la fantástica cata de vinos canarios comandada por Sergio Santos, el sumiller rockabilly, y su equipo. Luego era cuestión de dejarse caer por la piscina donde Robles y Ledesma, Two Mierda DJ, estábamos en nuestro mano a mano particular, tema uno tema otro, y riéndonos un rato. Pena que nos olvidáramos de comentar los cortes en vivo, que esa era la idea, porque a ingenio no hay quién nos gane… o puede que sí.
La ración de Saturday’s Afternoon Lives la abrió Nicotine Swing, primer ejemplo de que quedan pocos estilos en Canarias que no tengan su referente en grupo: gipsy jazz en un grupo que suena a disco de pizarra, con dos guitarras, contrabajo y acordeón: varios componentes de los excitantes Karlovy Vary en la formación, pericia técnica, repertorio algo obvio en algunas versiones pero sensación de buen rollo y muchas ganas de buscar pareja de baile.
Para la noche, después de que Carlos Gamonal y Oliver Behrmann se inventaran la autopsia de un alien de gominola (los pulmones eran sendos trozos de foie, no se lo pierdan) y de la danza de Roberto Torres, que todo el mundo venía como extasiado, el papelón de abrir directos fue para COMSAT, uno de los grupos vencedores del concurso de bandas del CATH. No había mucha gente y los de Pablo nunca entraron en materia. Lo curioso es que, a pesar de las adversidades, una de las promesas más rimbombantes de la temporada alterativa isleña sonó como un cañón. COMSAT son un ejemplo de cómo mover a tu grupo: curro, llamadas y cuando nadie te hace un concierto, te lo montas tú. Es de los pocos grupos que voluntariamente y sin pedírselo mandó por iniciativa propia su maqueta al programa del menda: ‘Canarias ruido’, algo que dice mucho de COMSAT y sobre todo del pasotismo y la falta de profesionalidad con la que se mueven el 75% de los grupos en Canarias: ¿tiene sentido que un grupo se presente a tocar en un festival donde hay sellos, artistas y promotores de la Península, además de público interesado en tu música, sin una puñetera maqueta encima? Pues por desgracia, esa es la norma.
Cumbia Ebria fueron los triunfadores de la noche: cumbia casposa, corridos, sonidos balcánicos, disparates varios y sobre todo unas insanas ganas de montar el pollo. Seis cafres desde Lanzarote que se lo pasan de muerte sobre el escenario y que igual le regalan una botella del licor al respetable (“La queremos de vuelta, pero vacía”, dijeron) o montan una conga con el público. En algunos momentos suenan trasnochados y se lían bastante con las estructuras de las canciones, pero son excelentes músicos y sobre todo son unos grandísimos payasos (yo le tengo muchísimo respeto al término payaso, me encanta la gente que hace el payaso y este mundo iría mejor si hiciéramos más payasadas). Hacía mucho tiempo que no me reía a carcajadas en un concierto canario por la intención del grupo de hacerme reír, no por su desastre artístico.
Lo de Indier es un hecho casi metafísico: el primer grupo canario con look, como los bautizó Carlos Robles. Pues sí, un grupo que se viste para subir al escenario, acaba el concierto y sale en chándal a tomarse una cerveza. Lo del vestuario fue motivo de debate: ¿dónde se comprarán esa ropa? Este Ledesma concluyó que se la cogieron a sus padres. Indier practican el primer rock progresivo de la segunda mitad de los sesenta, se miran en Jimi Hendrix aunque a veces terminen pareciéndose a Iron Butterfly. Y van vestidos precisamente de eso, como si alguien abriera una cápsula del tiempo fechada en San Francisco, año 1969. Tienden a ser repetitivos pero se notan que están absolutamente convencidos de la contundencia de su propuesta. Al sonido, aunque correcto, le faltó peso y rotundidad. Otra muestra más de diversidad canaria.
La parte fuerte de la noche llegaba con Sex Museum: profesionalidad, sonidazo, actitud, imagen… y pare usted de contar. Uno de los mejores músicos canarios en activo los sentenció al tercer tema: “No todo puede ser actitud, la música siempre debe ser lo más importante”. Rigurosamente cierto, a pesar de su veteranía, dejaron la sensación de que les faltan canciones.
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