lunes, 28 de septiembre de 2009

Maniobra de distracción

Cuánta paciencia, viernes 25 de septiembre (y estoy harto del provincianismo, la estupidez y la simplonería que escucho sobre este tema)

El presidente Zapatero tiene una curiosa falta de puntería, o es más listo de lo que muchos se piensan. Resulta que se llevó a su familia a Estados Unidos, donde tenía varias citas oficiales, dentro de ese empleo difuso de los medios públicos que suelen hacer los políticos con exceso de protagonismo, pero no quiso que salieran fotos de sus hijas en los medios de comunicación. Pero la publicación de las fotos que no quiso que salieran cambia el debate por completo: en lugar de hablar sobre quien paga el viaje de los familiares del presidente del gobierno, ahora todo el mundo está discutiendo por el aspecto de las hijas de Zapatero.

Alguien llegó a decir que si esas fotos salen antes de las elecciones, Zapatero no gana. Ese alguien es muy despistado y hace demasiado tiempo que no ve de cerca de un grupo de adolescentes. Las hijas de Zapatero son dos jóvenes normales y corrientes, con problemas para saber estar, con pasión por el rollo dark o emo, y, una intuición que se extrae de su curioso calzado y de unas ropas que se salen de la norma pero solo un poquito, con bastante personalidad.

Pero hablando de esto nos olvidamos de lo otro, de esa práctica común del político medio español con cargo, de esa sensación de impunidad que permite que emplee medios y beneficios de su cargo en provecho privado, no en interés comunitario, de esa confusión entre lo suyo y lo nuestro. El representante público no puede ser el máximo beneficiario de todo lo público. No sé qué pasa que últimamente no cesan de salir ejemplos de todo lo contrario. La reflexión es obvia, luego nos quejaremos de que en las próximas elecciones, el gran partido de la abstención avance un poco más.

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