Hola, corazones. Inicio la publicación periódica de mis columnas radiofónicas 'Cuanta paciencia', que de lunes a viernes se emiten a partir de las 17:00 horas en el programa 'Roscas y cotufas' del fantástico Kiko Barroso, en CanariasRadio, la Autonómica.
Les pongo la columna del pasado miércoles, luego iré subiendo las del resto de la semana pasada para termianr con la de hoy lunes. Cada día intentaré subir con puntualidad la columna después de su emisión en la radio.
Canarias es una divina tierra inmaculada donde la gente ni hace la caidita de Roma al aire libre ni se emborracha en las grandes celebraciones típicas. Canarias es el nuevo paraíso donde los horteras no van a la playa. En Canarias para ir a la playa te piden al menos una licenciatura, un máster en una universidad extranjera y varias publicaciones en revistas científicas de prestigio. Las celebraciones romeras en Canarias son una gratificante demostración de tipismo, una suerte de gigantesca obra folclórico-musical donde todo el mundo sabe convenientemente qué debe hacer, qué estrofa toca cantarle a la virgen de turno, qué traje debe vertirse y que se debe beber, o mejor, qué se debe no beber.
¿Y qué me dicen de esos parajes virginales, como las dunas de Maspalomas o la playa de Las Gaviotas, donde se organizan animadas tertulias filosóficas en las que se vislumbran las dudas sobre un concepto fundamental, como es la misma idea de Canarias como un todo, un colectivo unido y perfectamente vertebrado que tiene un enemigo común: la televisión?
Bienvenidos al mundo de los reportajes en directo y del todo vale por la audiencia en Televisión, en especial si ese todo es enseñar muslo y pechuga. En la pantalla nos gusta ver lo más escabroso y espectacular, pero no nos gusta ver la parte más escabrosa y espectacular de lo nuestro. Porque si nos dejamos llevar por esos aficionados al rasgamiento de vestiduras que ahora afloran en el Archipieálgo, no hay sexo en la playa de Maspalomas, en las romerías nadie se emborracha ni se droga, qué va, y a las playas canarias solo acuden gentes de elevada catadura moral, intelectual y educativa. Dicen que es mala imagen para estas islas, pero la mala imagen la dan las estadísticas, donde estamos los primeros de lo malo y los últimos de lo bueno, y no cuatro reportajes tontos de televisión.
1 comentario:
Job, lo que jode no es que seamos unos totufos. Lo que jode es nos vean...
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