'Cuánta paciencia', jueves 1 de octubre de 2009
Cristiano Ronaldo vale una pasta, pero porque hay muchas personas dispuestas a pagar una pasta por verle esa cara de chulillo de barrio feliz cuando mete un gol. Además, Cristiano Ronaldo mete goles y hace felices a muchas personas. Una felicidad simplona, soportada en elementos bastante anodinos, pero felicidad al fin y al cabo. No están los tiempos como para despreciar cualquier generador de felicidad, legal o ilegal.
A pesar de que el fútbol sea el nuevo pan y circo, de que se convierta en una válvula de escape ideal, en una ocupación para pensar en otra cosa con tal de no pensar, es un camino fácil para justificar la morterada de pasta que cobran estos pibillos tipo Cristiano Ronaldo. Pero, ¿qué me dicen de la hoja de servicios de Goirigolzarri? O sea, el famoso ya ex consejero delegado del BBVA que se retira después de una vida de denonado trabajo con una pensioncilla de tres millones de euros anuales, y eso con 55 años. Dan ganas de ir a BBVA y quitar tus cuentitas del medio, como leve manera de protesta, de no ser por lo complicado que es rescindir hipotecas, créditos, tarjetas y demás. Si los otros bancos fueran más listos, ya tendrían disponible el paquete anti BBVA, que usted se viene con nosotros que no tenemos esas jubilaciones, o al menos, si las tenemos no las contamos.
Pero el problema no es la jubilación, sino que el BBVA no sabe explicar muy bien los méritos y logros vitales de Goirigolzarri, o sea, la manera en que descubrió que lo bueno era crujir a sus usuarios con comisiones por prácticamente todo, la manera que su entidad es de las que más grava el uso de cajeros de la competencia, cuando cuenta con una reducida red de cajeros propia, y así un largo etcétera de amabilidad banquaria española típica, porque ya saben que tenemos una de las bancas más caras del mundo. Sí, más cara que espalda es lo que nos lucen. Y si al menos metieran goles…
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