martes, 13 de octubre de 2009

Puterío peluquero

'Cuánta paciencia', jueves 8 de octubre de 2009

¿Dónde habrá mejor humor que en la vida diaria? Si el dicho ese de la realidad supera a la ficción es cierto, también se puede añadir que la realidad descojona más que el chiste inventado. Les Luthiers decían de que tenían un local con
ruletas, alcohol y disparate, pero en realidad era una tapadera para la librería que tenían al fondo, el verdadero negocio. Miren esta noticia: “Descubren una peluquería ilegal dentro de un club de alterne”. Resulta que era una peluquería, eso que antes se llamaba centros de estética y ahora son spas, donde trabajaban extranjeros irregulares para dar servicio exclusivo a las mujeres que trabajan en el mencionado club.

El puterío siempre aflora. Que si la boquería, que si se legaliza. Yo, qué quieren que les diga, siempre me quedaré con esa frase de Woody Allen, que dijo que acostarse con una prostituta es como jugar al tenis con alguien a quien les pagaste para que pierda. También conviene añadir que un país que se va tanto de putas no puede tener el más mínimo respeto por la mujer, como se demuestra cada día. Pero lo dicho, el puterío siempre aflora. Dentro de esa antología de apropiación del dinero de un partido político y de la cosa pública que es la trama Gürtel, ahora sale que buena parte de los arreglos se remataban en fiestas con todos en pelotas y un montón de tías buenas. Imaginarse a tan castos políticos y empresarios de la más rancia tradición española desnudos es un trago amargo, como lo es comprobar de nuevo lo que demuestra la prostitución, que existen una serie de personas convencidas de que el mundo es suyo, que pueden hacer y deshacer a su antojo aunque para ello se lleven por delante el dinero de todos nosotros, y que nadie los puede parar, y si por el camino les apetece tirarse a una chica del este que no tiene otra manera de ganarse unos euros, pues se la tiran, hombre, aunque ella no quiere, o mejor, aunque ella juegue a perder.

Mientras tanto, uno ya no sabe qué hacer con todo este asco que se nos va acumulando.

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