Cuánta paciencia, viernes 16 de octubre de 2009.
Les confieso que la ministra Garmendia me gustaba, quizá por esa mezcla de inteligencia científica, físico vaporoso y pendientes en las orejas de pija de ciudad, de esas pijas a las que todos los botarates de clase media, como el que suscribe, nos encantaría ligarnos. Ahora que sé que la ministra Garmendia tiene perras, pero un montón de perras, me gusta más todavía porque sublima ese ideal del pijoaparte, del matado que desea ascender en la escala social y económica gracias a sus habilidades para el ligoteo. Parece que el bragetazo ya no se lleva, o que está demasiado extendida la técnica del acuerdo prematrimonial.
No tachen de machista a este comentarista por su comentario de partida. La alternativa con posibles en el consejo de ministros es Rubalcaba o Miguel Sebastián, que menuda pinta. El resto, pues van algo más ajustados de patrimonio hasta llegar a la ministra Bibiana Aído la incomprendida, la que más cuadraría en este paciente por edad, siempre que mi señora me dejara. Les decía que el braguetazo parece fuera de moda, pero no, porque resulta que los ministros con posibles dicen que buena parte del patrimonio que lucen, que es bastante, procede de herencias, esas cosas que de pibes sabíamos que existían porque lo leíamos en los colorines.
Tonterías aparte, lo que da una cierta risa es la pequeña polémica sobre el patrimonio de los ministros, sobre todo con la condición de miembros de un partido que se dice socialista. Mucho despiste es lo que hay, no solo por la condición de millonarios con posibles de los ministros, algunos de ellos, como el caso de Cristina Garmendia, por su condición de empresaria, sino con un hecho fundamental: lo curioso no es que tengan dinero, lo llamativo es que por ahora no tenemos con qué comparar. Cuando aflore el patrimonio de un futuro gobierno del PP, hacemos cuentas. Por cierto, no estaría de más que todos los políticos mostraran claro cuál es su patrimonio y de paso, que tuvieran todos el teléfono pinchado, para estar más tranquilitos, ellos y nosotros.
2 comentarios:
Estimado Job: sobre lo del patrimonio tengo mis dudas sobre la interpretación de algunos columnistas. En las cifras aparecían los valores de sus pisos, casas, aparcamientos, sus saldos y sus deudas. Quiero decir que sus patrimonio no creo difieran demasiado del de muchos ciudadanos con piso propio medio e hipoteca en el banco. ¿Que opina usted?
Lo del patrimonio es de risa en ciertos casos, como el de Chaves, y envidencia la habilidad de muchos de ellos para eso llamado "ingeniera financiera", en la que Josep Piqué, presidente de Vueling, la compañía de nueva generación (básicamente porque los tripulantes de cabina te tutean), era un experto.
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