Cuánta paciencia, lunes 9 de noviembre de 2009
Qué malos son los aniversarios, tan malos como la muerte. Parece que nos aburre la realidad, así que nos forzamos en cargar el tema sobre el aniversario de turno para marearnos todavía un poco más. Yo no sé ustedes, pero este comentarista está hasta el absoluto moño de las celebraciones de la caída del muro de Berlín. Menos mal que hoy se termina todo y a otra cosa mariposa. Ya tenemos tema porque Mecano dice que regresan, madre mía.
Pero la noticia del día no es esa, sino las múltiples fotos del presidente de la canariedad crítica, Paulino Rivero, corriendo, y terminando, la media maratón de Santa Cruz de Tenerife. La que se lió, oiga. Podríamos ser maliciosos y pedirle a Paulino que, como su homólogo y compañero de talla Sarkozy, impulse también el deporte entre todo su ejecutivo, que alguno, sobre todo alguna, lucen curvas más que peligrosas. Pero no, lo llamativo es que un político, incluso una persona cualquiera, se calcen veintipico kilómetros de carrera continua, o sea, que esté tan en forma pero a la vez luzca tan mala cara. Desde que empezó la actual legislatura, nadie comenta los puntos críticos del gobierno, que también, que si los líos de Soria, que sí la comisión de los niños desaparecidos que no se cree nadie. Pero el verdadero tema de conversación es la mala conservación del mismo Paulino, la mala cara que nos luce el presidente. A todos aquellos que dicen eso de que ser político es un chollo, habría que ponerles las fotos del antes y después del paso por el cargo presidencial del mismo Paulino y de Adán Martín.
No conviene poner las fotos del ante y el ahora de Román Rodríguez porque el hombre incluso ganó en elasticidad facial, un caso verdaderamente extrañísimo. ¿Cómo? ¿Que quién era Román Rodríguez? Oigan, que incluso fue presidente del gobierno de Canarias. Un momento, ahora me explico lo de su hidratación facial.
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