Cuánta paciencia, martes 24 de noviembre de 2009
Les juro que últimamente me pasa bastante la sensación de que por la mañana me levanto, escucho la radio y la prensa, y me siento como un extraño. No sé. Se los dije hace unas semanas cuando se montó la polémica con la campaña de sexualidad en Extremadura que da consejos sobre la masturbación, sobre todo con eso de que se incentiva a los jóvenes a masturbase. ¿Conocen ustedes a algún joven que no se masturbe, incluso que no se masturbe muchísimo? Yo, tampoco.
Ahora el país extraño, más bien la región extraña, es esta Canarias donde, miren por dónde, los funcionarios son unos santos que jamás de los jamases se cogen una baja innecesaria. El problema es que la crítica viene de José Manuel Soria, que tiene muy mala prensa a pesar de sus fabulosos vídeos Forest Gump corriendo por las calles de Arrecife a la hora en la que no están puestas las calles. Por cierto, ¿el escolta no denunció al vicepresidente por acoso laboral?, porque eso de sacar a alguien a correr a las seis de la mañana parece una novatada de la tuna de derecho.
Les hago otra pregunta colectiva: ¿cuántos casos de bajas carotas, de funcionarios y de trabajadores privados, conocen ustedes? Vamos, ¡si es uno de los temas de conversación habituales en cualquier cena!, junto con las razones de la fama de Belén Esteban o la polémica que si decir que Cristiano Ronaldo es guapo te convierte en gayer. Por desgracia, muchos funcionarios se aprovechan de los privilegios de su situación laboral para agarrarse bajas forzadas sin darse cuenta de que cometen el mismo error de aquellos políticos a los que atacan: abusar del dinero de todos los contribuyentes. Montar una polémica en torno a una de las grandes certezas del mundo moderno, es ganas de enredar el tema, menos pedirse bajas por nada y más trabajar.
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