¿Dónde está el señor Paco?

Cuánta paciencia, viernes 20 de noviembre de 2009 (voy algo desordenado con los post, mis disculpas)

El problema de la puñetera crisis es que se nota si uno pregunta, pero si se asoma a la ventana, no hay la más mínima sensación. El problema de esta crisis es que es una crisis nueva y nos pilla en una posición muy buena. Así, las vías comerciales de las calles canarias siguen llenas de gente y los restaurantes de moda, abarrotados los viernes y sábados por la noche. Cada vez que entras en un restaurante y está lleno, alguno de tus amigos dice eso de: “¿Y quién dijo que había crisis?”. Igual que si alguien estuvo malito te dice eso de: “Yo no sé si tuve la gripe A, la B o la C; pero gripe tuve”.

Pero la crisis está ahí y se nota en detalles como que una firma señera, que poblaba las obras de nuestras islas, una firma como Maquinarias Paco, está en procedimiento concursal voluntario, eso que antes se llamaba suspensión de pagos. Yo a esto no sé por qué le cambiaron el nombre. Si quería evitar la intención negativa que tiene el término suspensión de pagos, les fue mal porque todo el mundo dice eso de “procedimiento concursal voluntario, antes denominado suspensión de pagos”. Es como lo de los euros, que todo el mundo pone una cifra y siempre la traduce a las antiguas pesetas, para eso no nos cambiamos, hombre.

Que Maquinarias Paco esté en procedimiento concursal voluntario es preocupante, pero a la vez estimulante porque muestra a una empresa dispuesta a pelear sobre todo para mantener los puestos de trabajo. Maquinarias Paco sigue con la ide de llevar sus piquetas por todas las Islas. Porque se habla de personas en paro pero, cuántas piquetas tracatracatá están ahora mismo paraditas las pobres. De todas maneras, más que como indicativo de la crisis, les quería hablar de esta noticia de Maquinarias Paco porque en la información, que la publica en su edición de hoy el periódico ‘Canarias 7’, que tiene intereses en esta casa, se entrevista al director general de la compañía, que curiosamente se llama Vicente. Oigan, ¿y al final quién es el señor Paco? Otro engaño más, cuánta decepción.


El problema de la puñetera crisis es que se nota si uno pregunta, pero si se asoma a la ventana, no hay la más mínima sensación. El problema de esta crisis es que es una crisis nueva y nos pilla en una posición muy buena. Así, las vías comerciales de las calles canarias siguen llenas de gente y los restaurantes de moda, abarrotados los viernes y sábados por la noche. Cada vez que entras en un restaurante y está lleno, alguno de tus amigos dice eso de: “¿Y quién dijo que había crisis?”. Igual que si alguien estuvo malito te dice eso de: “Yo no sé si tuve la gripe A, la B o la C; pero gripe tuve”.

Pero la crisis está ahí y se nota en detalles como que una firma señera, que poblaba las obras de nuestras islas, una firma como Maquinarias Paco, está en procedimiento concursal voluntario, eso que antes se llamaba suspensión de pagos. Yo a esto no sé por qué le cambiaron el nombre. Si quería evitar la intención negativa que tiene el término suspensión de pagos, les fue mal porque todo el mundo dice eso de “procedimiento concursal voluntario, antes denominado suspensión de pagos”. Es como lo de los euros, que todo el mundo pone una cifra y siempre la traduce a las antiguas pesetas, para eso no nos cambiamos, hombre.

Que Maquinarias Paco esté en procedimiento concursal voluntario es preocupante, pero a la vez estimulante porque muestra a una empresa dispuesta a pelear sobre todo para mantener los puestos de trabajo. Maquinarias Paco sigue con la ide de llevar sus piquetas por todas las Islas. Porque se habla de personas en paro pero, cuántas piquetas tracatracatá están ahora mismo paraditas las pobres. De todas maneras, más que como indicativo de la crisis, les quería hablar de esta noticia de Maquinarias Paco porque en la información, que la publica en su edición de hoy el periódico ‘Canarias 7’, que tiene intereses en esta casa, se entrevista al director general de la compañía, que curiosamente se llama Vicente. Oigan, ¿y al final quién es el señor Paco? Otro engaño más, cuánta decepción.