Cuánta paciencia, lunes 19 de abril de 2010
Hoy todo lo arregla Internet. Todo lo arreglable, quiero decir. Lo de Garzón es complicado y lo del volcán islandés, que se llama Eyjafjalla, por si no lo saben, es producto de la naturaleza. La gente está pagando un montón de dinero para acudir a reuniones superimportantes para ganar más dinero. La gente que no puede pagar esa pasta es simplemente la que viaja a casa. La verdadera dimensión de la crisis, dicen.
Como dice un amigo, si tienes algún problema con algo, un aparato electrónico, una configuración de Internet, un archivo que no puedes abrir, lo único que hay que hacer es escribir el problema tal cual en el buscador de turno. A lo mejor no te sale la respuesta exacta, pero sí algún sitio donde formular la pregunta. Internet está llena de gente amabilísima dispuesta a ayudarte, aunque parezca que no. Si sirve como modesto ejemplo, este que les martiriza cada tarde lleva unos cuantos problemas solucionados gracias a la red. En la red está todo, incluso los consejos esenciales para tener la casa limpita. Están todos en una web que se llama limpiomicasita.com con incluso una manera de organizar la limpieza del hogar. No explican cómo tener la casa limpia sin dar un palo al agua, pero para eso está el auge actual de las empleadas del hogar.
Luego está el caso contrario, que con Internet se terminaron las excusas, el yo esto no lo sé hacer y el esto no se me da muy bien. Es una lección para esos maridos y compañeros sentimentales que aún dicen que ayudan en casa, que echan una mano, y que hacen lo que pueden porque del resto no saben nada. Con buscar en Internet, lo tienen todo.
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