miércoles, 6 de diciembre de 2006

Uno que no salío

A esperar

Tiene razón Miguel Zerolo, hay ganas lincharle. Este ser humano habló con una docena y pico de personas desde que, el lunes, el juez Garzón desvelara que se está investigando al alcalde de Santa Cruz y a una cohorte de asesores (una cohorte chiquitita, amigo Nino). Todos los interlocutores veían ya a Zerolo en la cárcel. Pero el alcalde de Santa Cruz se pasa de egocéntrico. No es que entre cierto sector de la sociedad algo pendenciero haya ganas de linchar (política y penalmente) a Miguel Zerolo, sino que hay ganas de ver a algún político tinerfeño pringado en lo que sea.

El problema es que por ese ímpetu algunos ven en lo que es un simple auto de investigación una sentencia en toda regla. Como siempre, solo queda esperar. Una propuesta de cautela que considero aplicable a todo el mundo, incluido a un político como Miguel Zerolo, con bastantes canas en su currículo como para dejarse llevar por la pasión del los autos. La presentación pública del mismo alcalde en la pasada y movida tarde de lunes quizá fue más contraproducente que productiva.

Fue una puesta en escena algo altisonante y que deja el poso de una completa desconfianza en la justicia. Y si un representante público habla de su desconfianza de la justicia, mal andamos.

La declaración en vivo del alcalde investigado se solapa con la curiosa reacción de los medios. Desde televisores que leyeron la noticia con pánico hasta periódicos que más parecen la hagiografía del político. Hace falta algo más de distancia también. Mucha pasión, poca información. [Pego vínculo a este artículo más leñero http://www.noincineraciontenerife.com/noticias/1408.htm]

Las detenciones del lunes y la publicación (¿filtración?) del auto contribuyen a aumentar más si cabe la tensión pre-preelectoral que padecemos. No sé, demasiado nerviosismo entre cargos electos y por elegir, entre colaboradores y asesores que ven con pánico el futuro de su manutención y sus hipotecas. Demasiado grito y ausencia total de eso que se llama cultura democrática. Es cultura democrática confiar en que la justicia trabaje, también comprender la noticia que se trasmite y no meter en el calabozo a cualquier político bajo sospecha, o tener fe en la alternancia electoral. Cultura democrática es mostrarse tranquilo cuando las plácidas aguas del gobierno se vuelven en contra y también huir de paranoias que solo crecen en la cabeza de uno. Y lo que queda por llegar, porque mayo está lejísimos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A todo le llaman cohote, Job. Un "contubernium", y van que chutan. Y... no me mezcles a las legiones con estos, por favor.

Saludos.

Anónimo dijo...

Perdón, "cohorte".