Cuánta paciencia, martes 25 de mayo de 2010
Ahí, dando ejemplo. Como bien dice el titular, bastante intencionado, de un periódico, tras dos años de crisis, por fin los cargos públicos de este nuestro país deciden bajarse el sueldo. Diputados, nacionales y regionales, alcaldes y demás gentes de mal vivir, por lo menos un recorte del 15% del salario. Mucho meterse con Zapatero, pero este hombre al final logró algo con su medida de reducir el sueldo a los funcionarios, y lo que consiguió es que los políticos también cogieran el mismo camino. Tampoco se pasan mucho, porque en lugar de dar ejemplo y recortarse el sueldo en un 20% como mínimo, se quedan en el máximo de 15% estipulado por la nueva medida antipopulista el gobierno populista.
Ahí no queda la cosa. Según a quién le pregunten ustedes en el Gobierno de Canarias, se van a reducir consejerías y empresas públicas o no. Dos años para esto, un año y pico complicado dentro de la crisis para que por fin empezaran a mirar de donde recortar. Al final descubrieron que nadie llegaría en nuestra salvación y que controlar la cantidad de fotocopias y el uso del teléfono, no suponía un ahorro disparatado. Así que debemos ir a lo gordo, a recortar de verdad en dónde hay gasto.
Todo esto va a generar un problema gordo. Es poco popular recortar el sueldo a los empresarios, pero bajarles la paga o mandar al paro a buena parte de los cuadros de tu partido político es una maniobra complicada. Ahora se va a generar una curiosa bolsa de desempleo entre personas acostumbradas al cargo público, con todo lo que ello conlleva. Los cargos públicos son así, que se acostumbran a vivir de cierta manera. El problema es, como decía Carmen Lomana, cuando la gente que se acomodó a lo bueno, llega la crisis y tiene que vivir como la amplia mayoría de la humanidad, y eso no se hace. Así que, guarden por un momento tanta alegría por los anunciados recortes y dejen un par de segundos de su reflexión y su cariño para tantas personas que se verán afectadas, porque serán políticos, pero también tienen su corazoncito, y su cartera.
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